Como si se tratara de una película de ciencia ficción, científicos
han comenzado a plantear escenarios de una cura para el coronavirus (COVID-19) que
involucraría un tratamiento experimental con la sangre de deportistas que han
sanado de la enfermedad.
En las últimas horas, se dio a conocer que al menos cuatro
jugadores de la NBA que se han recuperado de esta enfermedad planean donar
sangre para un tratamiento experimental que ayudaría a los pacientes de alto
riesgo a vencer el virus.
Un equipo llamado Proyecto Nacional de Plasma Convaleciente COVID-19, está iniciando esta terapia en donde científicos de todo el país investigan el uso de plasma convaleciente de pacientes recuperados, la cual utiliza los anticuerpos en la sangre donada para potencialmente frenar el virus y los atletas profesionales podrían ser donantes valiosos, no sólo para difundir conciencia, sino también, porque fisiológicamente se consideran más aptos que el paciente promedio.
El jugador de los Celtics, Marcus Smart, confirmó que él es
uno de los que apoyará al programa luego de anunciar que el Departamento de
Salud lo había dado de alta, por ahora se desconocen las identidades de los otros
tres que planean participar.
Mientras los científicos trabajan en el tema, la NBA está de
acuerdo e incluso donó $100,000 dólares al proyecto, en medio de las críticas
debido a las versiones que indican que la liga se vio favorecida con pruebas
para el COVID-19 sin necesitarlas mientras que otros que sí mostraron síntomas
tuvieron problemas para acceder a ellas.
Los médicos dicen que el tratamiento experimental ofrece un
rayo de esperanza en medio de la crisis del coronavirus.