“Lo que estamos viendo es uno de los efectos de la gran presión del gobierno de Estados Unidos sobre el gobierno de México”, afirmó por su parte Tonatiuh Guillén, profesor investigador de la UNAM.
El cerrar la frontera sur de México con el apoyo de la Guardia Nacional, para evitar la entrada y tránsito de migrantes, provocará un incremento en el tráfico de personas, advirtió el ministro en retiro José Ramón Cossío.
El pasado lunes, alrededor de mil 500 integrantes de la caravana migrante procedente de Honduras llegaron al Puente Internacional Rodolfo Robles, en la frontera con Guatemala, e intentaron ingresar por la fuerza a territorio mexicano; sin embargo, fueron contenidos por la Guardia Nacional.
En entrevista para Aristegui En Vivo, Cossío comentó que México no tiene un control de su puntos fronterizos, lo cual deriva en trata de personas, prostitución y desaparición de personas.
El jurista observó una contradicción jurídica entre dos conceptos: migrante y refugiado, lo cual podría complicar la situación.
Explicó que “migrante es la persona que entra al país por una condición con el ánimo de obtener una visa para permanecer aquí y trabajar aquí, pasar unos días, pero refugiado es la persona que estando su vida en peligro, viniendo de un país, donde hay una grave violación a sus derechos humanos, viene a este país para quedarse y protegerse de las atrocidades que le pueden estar sucediendo”.
Añadió que una vez que una persona toca territorio mexicano y con independencia de su calidad migratoria puede obtener el estatus de refugiado, lo cual le da privilegios educativos, de salud y de habitación.
En su opinión, la tensión que existe es porque el gobierno no los deja entrar como migrantes y tampoco se les respeta su condición como refugiados, porque su intención es llegar a Estados Unidos.
En este contexto, Cossío previó que el trafico de personas incremente, porque estas personas quieren llegar a Estados Unidos y no van a entrar con un estatus regular migratorio.
Tonatiuh Guillén, profesor Investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, Universidad Nacional Autónoma de México, comentó que en Honduras, Guatemala y El Salvador hay factores de expulsión muy agresivos.
“No están de paseo, no están en un escenario cómodo, están en una situación de vulnerabilidad muy grave, algunos mucho más, que son los que amerarían protección internacional de entrada, pero ese movimiento y esta tendencia se confronta con un giro en las políticas migratorias no sólo de México. Hay que subrayar que lo que estamos viendo es uno de los efectos de la gran presión del gobierno de Estados Unidos sobre el gobierno de México, que prácticamente obligó a que el aparato de control migratorio más importante sea la Guardia Nacional”, señaló.
Asimismo, recordó que el mandatario estadounidense, Donald Trump, hace lo mismo en Guatemala, Honduras y El Salvador para que funcionen como tercer país seguro.
Con esto, Guillén consideró que se está logrando el propósito mayor de Trump, que es cerrar Estados Unidos a la inmigración y al refugio.
El investigador refirió que hay un proyecto de desarrollo por parte del gobierno de México para Centroamérica, que a pesar de no tener la fuerza económica suficiente, se espera que se reactive.
Asimismo consideró necesario que los países reaccionen de manera diferente a su población, ya que hay algunas economías centroamericanas que sí crecen, pero no distribuyen.
En su opinión, se debería modernizar y civilizar el mercado laboral en los países de Centroamérica para mejorar la situación, ya que actuar a través de la fuerza no soluciona el problema.
“No repitamos nosotros lo que no queremos para los mexicanos en Estados Unidos”, dijo.
Sobre el uso de la Guardia Nacional para contener a la caravana, Guillén comentó que “la presión de expulsión va a continuar y va a ser muy fuerte, (por lo que) posiblemente el asunto de caravanas quede diluido como alternativa”.
El profesor añadió que las caravanas migrantes no son procesos espontáneos, sino que hay una construcción social, promotores y estructuras en la que se aprovechan distintos motivos, “en algunas son humanitarios pero en otros hay tráfico de personas“.
Consideró que estamos en un coyuntura de inhibición generalizada, por lo que si los Estados centroamericanos refuerzan aún más las medidas de tercer país seguro, los migrantes ya no tendrán lugares para buscar mejorar sus condiciones de vida.
A continuación las entrevistas completas: