El 2019 está siendo muy provechoso para Jasper Cillessen. El portero holandés decidió cambiar en verano el Barça por el Valencia en busca de más minutos y está empezando a convencer poco a poco a la exigente afición de Mestalla, donde es titular indiscutible. La alta inversión que hizo el conjunto ‘ché’ por él, pagando 35 millones de euros (Neto hizo las maletas en sentido inverso, por 26 millones fijos más 9 en variables), ya dan resultados.
Parte del buen rendimiento de Cillessen, que en abril cumplió los 30 años, está llegando mediante una faceta más bien desconocida en él hasta el momento, la de parar penaltis. Y es que de los seis que le han pitado esta temporada al conjunto ‘ché’, solo tres han acabado en gol. Dos los paró Cillessen. El último, esta pasada jornada contra el Villarreal, a lanzamiento de Gerard Moreno, y con 0-0 en el marcador, en un encuentro que ganaron los de Celades (2-1). El otro, en la segunda fecha, en Balaídos, a Denis Suárez, en un duelo que acabó ganando igualmente el Celta (1-0).
También en Champions, contra el Chelsea, Cillessen vio como un penalti que le lanzaban no acababa en gol, aunque esta vez fue porqué Barkley lo envió fuera. Decisivo de nuevo, ya que el Valencia se llevó el triunfo de Stamford Bridge (0-1) en la primera jornada de la fase de grupos.
No hace mucho pero, Cillessen tenía fama de ser un portero más bien fácil de batir desde los once metros. No le ayudó nada en este sentido aquel recordado y acertado cambio que hizo Van Gaal ya hace más de cinco años, en los cuartos de final del mundial de Brasil contra Costa Rica, justo antes de la tanda de penaltis. Sin goles en los 120 minutos disputados, dio entrada a Tim Krul por el entonces portero del Ajax. Y la jugada le salió más que bien a Van Gaal, ya que Krul paró dos de los cinco penaltis que le chutaron y dio el pase a la ‘oranje’ a semifinales.
Una decisión, la de Van Gaal, probablemente respaldada por las cifras, ya que Cillessen no había parado todavía ningún penalti en toda su carrera. Seguramente el seleccionador holandés se arrepintió de no hacer lo mismo unos días después, contra Argentina en la antesala de la final. También se llegó sin goles a la tanda de penaltis, pero Holanda ya había hecho los tres cambios, y Cillessen, el titular del torneo, no paró ninguna de las cuatro penas máximas que le chutaron.
Punto de inflexión
El guion fatídico des de los once metros para Cillessen empezó a cambiar el pasado mes de enero, en su tercera y última temporada defendiendo la portería del Barça. Después de caer 2-0 en el Sánchez Pizjuán en la ida de cuartos de final de copa, el conjunto azulgrana buscaba la remontada en el Camp Nou una semana después y Cillessen fue uno de los grandes artífices del espectacular 6-1 que los de Valverde endosaron al conjunto andaluz. Todavía con 1-0 en el marcador, evitó el empate desviando el lanzamiento de Banega desde los once metros. Hasta entonces, 25 penaltis le habían chutado al largo de su carrera en partido oficial y no había parado ninguno. 23 acabaron en gol, uno se fue al palo y otro fuera.
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