Claves para prevenir o remediar la alopecia en mujeres

El bofetón de Will Smith a Chris Martin durante la pasada gala de los Premios Oscar a raíz de un comentario por parte del humorista hacia la esposa del intérprete ha puesto el foco en uno de los temas de los que, habitualmente, menos se habla: la alopecia femenina.

A pesar de que la alopecia suele ser un problema que está más extendido entre los hombres, lo cierto es que, con el paso del tiempo, las mujeres también van perdiendo densidad capilar, crece menos el cabello y que sale nuevo puede tener menos fuerza. Esto es porque a medida que se envejece, el número de los folículos capilares que están activos desciende, el cabello se vuelve más fino, peor pigmentado y de menor calidad.

Will Smith y Jada Pinkett en los Oscar / Gtres
Will Smith y Jada Pinkett en los Oscar / Gtres

El ciclo folicular oscila entre los dos y los seis años y la duración de sus diferentes etapas  puede estar influenciada negativamente por motivos hereditarios, enfermedades, mala alimentación, terapias médicas, alteraciones psicológicas, estrés, edad, momento hormonal, etc. Por este motivo es importante consultar con un dermatólogo para que realice un examen físico y una historia clínica para investigar las posibles causas, y diagnosticar si la alopecia es leve, severa, temporal o irreversible y así dar con el tratamiento adecuado que haga frente al problema.

Desde la Clínica Menorca, el doctor Ortega, dermatólogo, explica qué se puede hacer para evitar la caída o intentar recuperar el cabello perdido si se toman medidas a tiempo, así como rejuvenecerlo, darle la fuerza, la vitalidad y la consistencia que va perdiendo con la edad. El tratamiento más habitual son los medicamentos, pero hay otras opciones como la bioestimulación capilar o, cuando la pérdida es importante también podemos recurrir al implante capilar que también está indicado en las mujeres.

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Un hombre con alopecia. / Gtres

Es importante utilizar productos que favorezcan el fortalecimiento del cabello, como el champú Kibai, que previene la caída del cabello. Sus ingredientes principales son el ácido carboxílico aminobutírico, un aminoácido que se encuentra naturalmente en muchas de las células del cuerpo; y la Piridoxina Clorhidrato, una de las formas de vitamina B6 comprometida en los procesos metabólicos del organismo, ambos compuestos se complementan para inducir y estimular el crecimiento del cabello.

Otro principio activo del champú Kibai es el Pantenol o provitamina B5, que actúa sobre el exceso de grasa que afecta al folículo piloso y a la raíz del cabello y lo fortalece e hidrata para darle flexibilidad desde el interior y brillo en el exterior.

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Una mujer peinándose. / Gtres

Este champú, cuyo precio es de 25 euros, aumenta el grosor del cabello, su resistencia e incluso repara las puntas abiertas. Lo suaviza y evita el encrespamiento porque penetra en la cutícula y en el tallo del cabello, donde ayuda a retener la humedad aportando, además, volumen. También favorece el desenredado y evita que se rompa durante el peinado.

Más allá de esto se encuentra la bioestimulación capilar. Se trata de una técnica mínimamente invasiva, pero muy eficaz. La bioestimulación capilar con plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento combinada con vitaminas estimula el crecimiento del cabello cuando el cuero cabelludo empieza a clarear o el pelo envejece. Son microinyecciones prácticamente indoloras que se aplican en sesiones de apenas un cuarto de hora en total. No hay sangrado, ni hematomas, ni es necesario ningún cuidado post tratamiento, por lo que se puede volver a la vida normal inmediatamente. Se recomiendan cuatro sesiones, una al mes o cada quince días. Los resultados se notan ya a partir del primer mes y su precio es de 200 euros por sesión.

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Un cepillo con pelo. / Gtres

Otro tratamiento recomendado, pero más avanzado es la técnica FUE (Follicular Unit Extraction o ‘extracción individual de folículos’). Es la técnica más avanzada para la alopecia, tanto femenina como masculina. Es un trasplante de pelo con una redistribución sistemática y artística de los folículos pilosos que consiste en la introducción de pequeños injertos de cuero cabelludo que contienen las llamadas ‘unidades foliculares’. Estos injertos se obtienen aplicando anestesia local en la zona posterior y/o lateral del cuero cabelludo y, tras prepararlos bajo el microscopio, son introducidos con cuidado mediante microincisiones en las zonas calvas o de escaso pelo. No es necesario el rasurado total de la cabeza, lo que para las mujeres puede resultar traumático, basta con pequeñas áreas que se camuflarán con ‘cortinillas’ de pelo. Sus resultados son definitivos y su precio oscila entre 5500 y 6000 euros.


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