Clemente, el hijo menos conocido del conde Lequio, trabaja de camarero y reclama una vida anónima


La muerte el pasado mayo de Alex Lequio, el hijo de Ana Obregón y el conde Lequio ha devuelto el interés por todo lo concerniente a la familia. La ausencia de Clemente en el funeral de su medio hermano sorprendió. Luego llegaron una declaraciones de su madre Antonia Dell´Atte en la que contaba que no había sido invitado a la ceremonia. Después comenzó una cascada de desmentidos y finalmente informaciones que hablaban del distanciamiento del aristócrata con su padre. Ahora, Clemente ha grabado un extenso vídeo en el que habla de su vida y reclama una privacidad a la que esta grabación no ayuda: “Hay gente que dice que soy pijo y este qué sabe de trabajo… Yo vivo en EE UU desde hace 4 años. Curro como todos. Hubo una etapa en la que me dedicaba a la música, era DJ y tenía más tiempo para mí. En este momento no tengo tanto porque trabajo entre 50 y 60 horas a la semana. Soy camarero. No porque sea un desesperado”, explica a la vez que anuncia que está casado. El hijo de Lequio y Antonia Dell’Atte inicialmente se centró en el mundo de la música tras estudiar Ciencias Políticas y luego, como su madre, hizo alguna incursión en el mundo de la moda como modelo. En otros tiempos coqueteó con la fama para obtener trabajo. Ahora, en cambio, ha optado por el anonimato en Miami, donde está instalado con su esposa cuya identidad se desconoce.

Visiblemente afectado y con los ojos llorosos, Clemente también habla sobre la muerte de su hermano, dejando claro que ha sido un trauma del que aún no se ha recuperado. “He sufrido mucho, he estado viviendo aquí, encerrado, en cuarentena, sabiendo que a mi pobre hermano le faltaban semanas de vida. Cada uno vive el drama como lo vive. Ha sido, de verdad, un trauma del cual tanto yo como mi familia nos estamos recuperando y seguimos sufriendo. Quien más quien menos… yo sufro mucho, pero tengo que seguir adelante porque tengo una familia y tengo que dar de comer”, reconoce el hijo de Lequio y Antonia Dell’Atte. El divorcio de sus padres fue largo y complicado, un proceso que acaparó muchas portadas y minutos de televisión. Recientemente en el programa Lazos de sangre de Televisión Española, la modelo habló de esa época: “Me casé con él cuando llevábamos saliendo cuatro meses. De hecho, me pidió matrimonio el primer día que nos conocimos y el mismo día de nuestra boda me pidió el divorcio”. Y añadió más: “Me dijo que, si no hacía todo lo que él me dijese, que pedía el divorcio. Y yo le dije que se fuese a la mierda”. La separación llegó años más tarde cuando el conde conoció a Ana Obregón: “Ana era solo una víctima, aunque los dos querían fama”. La dos mujeres se reconciliaron hace tres años.

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Querido Aless, Me llena de tristeza no poder estar presente para este homenaje que todos tus seres queridos te han querido organizar en tu honor. Te quería escribir algunas palabras, no solo para hacerte llegar mi amor, sino también para intentar dar un mensaje positivo hacia todos aquellos que como tu madre, nuestro padre, tus parientes, tu novia, tus amigos y todas las personas que están destrozadas por el hecho que ya no estas aquí físicamente con nosotros. Aless, dejaste esta vida terrena y material para ir a un mundo metafísico y espiritual que solo gente maravillosa como tú merece estar. Decir que eres nuestro ángel y que nos estás protegiendo es reductivo. Tu estas con nosotros, en nuestra mentes y en nuestros corazones. Estas en este momento en Madrid y al mismo tiempo conmigo en Miami o en cualquier otro lugar del mundo para estar con quien quieras, para reírte con nosotros o para intentar animar los que tanto te han llorado y aun te están llorando. Sentimos tu presencia Aless y eres mucho más que un ángel porque sigues y seguirás siendo el hijo para tus padres, el amigo para tus amigos y, ahora más que nunca, mi hermano. No dejaste este mundo de manera discreta sino dando un rugido como un autentico leon para entregar tu gran mensaje de valentía, coraje, amor y esperanza y esto, querido Aless, vale más de cualquier hazaña que todos nosotros comunes seres mortales en esta tierra hayamos cumplido o intentemos cumplir. Ahora espero que todos podamos aprender de lo que nos has enseñado para amarnos y disfrutar de los pequeños, simples y irrepetibles instantes que nos da la vida. Al final, sea lo que sea, se que estarás junto a todos nosotros. Como tú no hay nadie. Te quiero. Tu hermano, Clemente

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Clemente y Alex vivieron durante muchos años sin tener relación por las tensas relaciones que mantenían sus progenitores. Fue el hermano mayor quien dio el primer paso para la reconciliación, primero con su padre y luego con Álex. La distancia no propicia las cosas y da pie a los malos entendidos, por eso aclara: “No tengo ningún problema con mi padre. Es más, hablamos cada día”. El conde Lequio es, además, padre de una niña, Ginevra, nacida de su matrimonio con María Palacios.




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