Los Philadelphia 76ers se vieron condenados en Cleveland (113-85) en una mala noche para Joel Embiid (19 puntos con un 6/16 en lanzamientos), superados por la gran defensa de los Cavaliers, hasta el punto de quedarse en apenas 85 puntos. Su gran suerte, que el cuadro de Doc Rivers ha logrado enderezar un inicio de temporada infame (1-4) y está en récord positivo aun después de esta derrota (12-10). Y, cómo no, que cada vez falta menos para que regresen de sus lesiones James Harden -podría reaparecer el lunes contra los Rockets-, y Tyrese Maxey.
Ricky, en la foto de la celebración de la victoria junto a sus compañeros
Los Sixers han logrado ya varias veces esta temporadas ganar sin Embiid -incluso sin el camerunés, Harden ni Maxey- pero cuando el pívot no está bien el equipo se resiente, a veces demasiado. En esta ocasión, la otra gran verdad fue que al otro lado de la cancha se hallaba la segunda mejor defensa de la liga con un rating defensivo de 107,5, sólo superada por los 106,5 de los Milwaukee Bucks.
El buen hacer de los Cavs protegiendo su aro ‘permitió’ a su potente pareja de bases tener un día lúcido pero no especialmente exigente, con 21 puntos para Darius Garland (9/16 en tiros y 9 asistencias) y 18 para Donovan Mitchell (18 tantos con un 5/9 en lanzamientos) tras su mala actuación en Toronto. El más destacado de los Cavaliers fue Caris LeVert, necesitado de una buena actuación tras un tramo de varios malos partidos, sin llegar a los 10 puntos. El ex de los Pacers registró 22 tantos, con un 8/11 en TC, 6 rebotes y 4 asistencias.
Embiid sólo encontró algo de apoyo en Shake Milton, con 14 puntos, sin que el resto de sus compañeros llegara a los 10 tantos. Con tan poco en ataque por parte de Philadelphia, Cleveland tenía la victoria casi hecha ya al descanso (69-48).
Los Sixers se vieron limitados en los lanzamientos de campo (41,6%), y sobre todo, en los triples, con un escaso 23% (6/26), acierto que contrastó con los excelentes porcentajes (60% en TC y un magnífico 51,7% en triples) de unos Cavaliers que olvidan la dolorosa derrota de Toronto (100-88). Cleveland, a la espera también de Ricky Rubio, consolida su tercera posición con 14-8 en un Este en el que los Sixers se quedan quintos con 12-10.