Colin Farrell, irreconocible en las imágenes del rodaje de ‘Batman’


El actor irlandés Colin Farrel ingresó voluntariamente en un centro de rehabilitación de adicciones en Estados Unidos la pasada semana. El intérprete, protagonista de Langosta y Última llamada, lleva 12 años sobrio y ha tomado la decisión como una medida preventiva para evitar “caer nuevamente en el agujero del conejo” y volver a consumir, según avanza este martes el tabloide británico Daily Mail.

El actor comenzó a sentirse “abrumado” después de un año con mucho trabajo, en el que terminó de rodar tres películas. Según ha confirmado una fuente del entorno de Farrell a la publicación británica, el intérprete comenzó a sentir el “impulso” de volver a consumir. La estrella de Hollywood, entonces, decidió buscar ayuda profesional antes de “terminar mal”.

“Todos sabemos que Colin es un adicto, durante 12 años se ha mantenido sobriosobriedad”, ha señalado la misma fuente, que ha añadido: “Otra semana y podría haber comenzado a consumir nuevamente”. Farrell, de 41 años, luchó contra sus adicciones durante más de una década hasta que en 2005, tras el rodaje de Miami Vice, decidió empezar un tratamiento. El intérprete confesaría después que estaba “fuera de control”.

El protagonista de la segunda temporada de la serie True Detective ingresó en un centro de rehabilitación de lujo en Arizona, Estados Unidos. La clínica Meadow, donde un mes de tratamiento puede llegar a costar 36.000 dólares (casi 30.000 euros). Allí podrá pasear a caballo, practicar yoga y Taichi, recibir tratamientos de acupuntura y participar en sesiones de meditación.

El centro ofrece un tratamiento de 45 días para personas con adicciones, que han bautizado como Gentle Path (Camino amable). En la institución, famosa entre las celebridades, también se trataron el golfista Tiger Woods, la modelo Kate Moss, la cantante Selena Gómez y el actor Kevin Spacey.


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