Samir Flores fue el principal opositor a la termoeléctrica de Huexca y lo mataron en la puerta de su casa.
Por Estrella Pedroza
Habitantes de Amilcingo colocaron en la Ciudad de México un antimonumento a un año de la muerte de Samir Flores -defensor del territorio, comunicador comunitario y principal opositor a la termoeléctrica de Huexca- e iniciaron una campaña de recolección de firmas para exigir a las autoridades capitalinas que respeten la escultura que representa la lucha en contra de los megaproyectos y la defensa del territorio.
La termoeléctrica de Huexca forma parte del Proyecto Integral Morelos (PIM), el cual consta de un gasoducto que cruza por los estados de Tlaxcala y Puebla hasta llegar a Morelos, donde se pretende instalar dos termoeléctricas (una ya construida en la comunidad de Huexca del municipio de Yecapixtla) y un acueducto que pasa por Cuautla y Ciudad Ayala y es impulsado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las empresas españolas Abengoa, Elecnor y Enagas.
La tarde del viernes, integrantes del Frente en Defensa de la Tierra, el Agua y el Aire Morelos, Tlaxcala y Puebla (FPDTAyAMTP), encabezaron una marcha por la avenida Paseo de la Reforma -que salió de las instalaciones de la CFE, pasaron por la Fiscalía General de la Republica (FGR) hasta llegar al zócalo capitalino- para exigir el esclarecimiento del asesinato de Samir.
El homicidio ocurrido a la puerta de su casa, situada en la comunidad de Amilcingo del municipio de Temoac, Morelos, tres días antes de que se realizara una consulta ciudadana, organizada por el presidente AMLO para decidir si se ponía o no en funcionamiento la termoeléctrica, y un día después de que el defensor comunitario confrontó a Hugo Erick Flores, delegado de los programas federales de bienestar en Morelos.
Al término de la marcha, en la plancha del Zócalo a la altura de la calle Francisco I. Madero, colocaron una estructura de cemento y encima el busto con el rostro de Samir.
Juan Carlos Flores, integrante del FDTAyAMTP, explicó que esa pieza representa un símbolo de la historia contemporánea del país en la defensa del territorio porque Samir se ha convertido en un ícono de lucha contra los megaproyetcos y para recordar la situación de riesgo y represión que viven las personas defensoras de derechos humanos en el país.