Campeón del Mundo en 2019 con la selección absoluta, Joaquim “Quino” Colom (Andorra la Vella, 1988) se quedó fuera del Eurobasket en el último suspiro y vio desde Girona cómo sus compañeros se colgaban el oro en Berlín. Prudente al hablar de objetivos, Colom reconoce que su amistad con Marc Gasol y las ganas de volver a la ACB fueron la semilla que le llevó a fichar por el Bàsquet Girona. El andorrano repasa su trayectoria en el baloncesto y augura una victoria en el debut liguero ante el Real Madrid.
¿Cómo comenzó su relación con el baloncesto?
Mi padre era jugador de baloncesto y cuando nací él todavía estaba jugando. Creo que incluso pude ver algún partido, aunque no me acuerdo mucho, pero lo llevo en la sangre. El baloncesto siempre ha sido un tema importante en casa y mi hermano y yo nos enganchamos a él rápidamente.
¿Solo ha tenido ojos para el baloncesto?
Siempre he sido más de tenis. Jugué ambos deportes hasta los 14 o 15 años. Luego me tocó escoger entre uno de los dos y se me daba mejor el baloncesto, así que elegí este camino.
Rusia, Turquía, Serbia, Grecia… ¿Cómo ha llegado a Girona?
He tenido muchas experiencias fuera. He aprendido diferentes culturas y ha sido una experiencia muy buena a nivel baloncestístico y también a nivel vital. Todo empezó porque me llevo muy bien con Marc y en verano empezamos a hablar. El proyecto ya lo seguía porque hemos estado en contacto los últimos años y sabía que era un proyecto muy interesante y donde se podían hacer cosas muy bonitas. Me llamó la atención y al final todo fue bastante rápido. Lo fuimos hablando Marc y yo y al final estaba prácticamente hecho.
¿Qué rol espera asumir dentro del equipo?
Soy de los veteranos del equipo y a mí siempre me ha gustado tener un papel protagonista cuando he jugado mejor. También es cierto que, al ser el primer fichaje y además siendo el veterano, me planteo llevar lo mejor que pueda el juego, ayudar a los compañeros y liderar con el ejemplo para intentar ganar los máximos partidos posibles. Aunque todavía es pronto para hablar de roles.
¿Qué balance hace de la pretemporada?
Ha sido un poco extraña porque he llegado tarde y todavía están llegando jugadores, aunque sucede mucho en verano. Estoy acoplándome al sistema de Aíto, que es diferente al de otros entrenadores que he tenido antes. De momento creo que el equipo está dando pasos y creo que llegará un momento en qué jugaremos muy bien. Ojalá podamos ganar muchos partidos. Estamos aprendiendo y evolucionando. Queremos empezar la liga a tope.
¿Cuál cree que es el toque diferenciador de Aíto respecto al resto de entrenadores?
Por lo que estoy viendo hasta ahora, se fija mucho en los detalles. Cosas que a veces parecen básicas pero que a nivel profesional a menudo se descuidan… Al final muchos entrenadores tienen su sistema y muchas veces es un sistema intocable. En cambio, con Aíto es fundamental leer el juego, estar atento en defensa y saber con qué compañero estás jugando. Creo que los jugadores que leen más el juego en pista salen reforzados con él, aunque todo tiene un proceso de adaptación. Yo estoy acostumbrado a jugar muchos pick and rolls, aquí también pero el juego se plantea de modo diverso y creo que puede funcionar muy bien.
¿Las expectativas son muy altas?
En un equipo con nombres importantes siempre hay cierto nivel de expectativas. En la ACB todos los equipos cuentan con jugadores importantes. Es cierto que tener a jugadores como Marc, o tener a Aíto de entrenador, genera expectativas en la gente y sabemos que esperan mucho de nosotros, pero también sabemos de dónde venimos y debemos seguir nuestro camino paso a paso. La ciudad creo que lo tiene claro y los aficionados deben tener paciencia porque en los inicios… Nunca se sabe.
¿Ve al equipo en la Copa del Rey?
Creo que es muy pronto todavía para hablar de objetivos tan lejanos. Aún no hemos hecho un entrenamiento con todos los del equipo y lo importante es empezar cada día y mejorar poco a poco para tener un equipo con posibilidades y que juegue bien.
¿Qué tal es la experiencia de tener al jefe como compañero de equipo?
Es la primera vez que vivo una situación así. En Rusia había un equipo que tenía un presidente-entrenador-jugador que solo jugaba los partidos importantes. Era una situación rara porque no estás acostumbrado a ver algo así. Aquí lo llevo bien porque somos amigos con Marc y tenemos buena comunicación. No nos afecta mucho. Él (Marc Gasol) tiene mucho más trabajo, pero nosotros dentro del vestuario no lo vemos. Al final tiene un liderazgo muy grande y es imponente, sea donde sea.
¿Qué cree que hace falta para que el proyecto tenga recorrido y no suceda un “Akasvayu” y desaparezca?
Tener una buena base. Con esto Marc está haciendo muy buen trabajo y creo que también es uno de los motivos por los que estoy aquí. Él tiene una idea muy clara de hacer una base sólida. Creo que al final el Akasvayu llegó a golpe de talonario, en cambio, Marc tiene una idea muy definida y traer a Aíto para empezar la temporada en la ACB ha sido un paso importante. Ojalá funcione todo lo bien que puede llegar a funcionar.
¿Hablando del Akasvayu, se ha encontrado alguna vez con impagos o clubs que no han respondido?
Desgraciadamente, sí. En bastantes clubs he tenido problemas con esto. También forma parte del trabajo. En España está mejorando, pero cuando estuve en Turquía tuve muchos problemas para cobrar. En Grecia sé que también hay bastantes problemas. Ahora cada vez sucede menos, pero en Europa aún pasa muy a menudo.
¿Los jugadores tienen mecanismos para reclamar los cobros pendientes?
Sí, tenemos en España la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP). También existe un seguro a nivel europeo para pagar a los jugadores. Es cierto que existen mecanismos, pero cuando el importe es muy grande todo se complica porque acabas en los juzgados o el club desaparece y es todavía más complicado. Al final es nuestro trabajo y a veces la gente no sabe que estás en la pista, al pie del cañón, y llevas tres meses sin cobrar. En España, por suerte, estas situaciones cada vez están más controladas.
Ha comentado que es pronto para hablar de roles, pero… ¿Qué consejo daría a los jóvenes que le hubiera gustado recibir a usted?
Con la economía he tenido suerte. Primero porque siempre me han gustado los números y segundo porque mis padres son banqueros en Andorra. Hemos visto muchos ricos y gente que ganaba y perdía dinero. Mis padres me han enseñado a gestionar bien la economía. Con esto sí que ayudo a bastante gente. Tengo compañeros que me llaman buscando consejo y les cuento lo que he hecho o lo que me ha funcionado. Al final debes ser consciente de que ahora a lo mejor estás ganando un dinero que no es normal pero cuando te retires, y eso sucede bastante temprano, el dinero se acaba. Si te acostumbras a un ritmo de vida muy elevado, cambiarlo luego es difícil. También he conocido mucha gente que ha quedado arruinada… Saber controlar la economía es importante.
Hace pocos días se ha celebrado el tercer aniversario de la victoria en el Mundial de China. Se quedó fuera del Eurobasket en el último suspiro… ¿Cómo lo ha vivido?
La verdad es que vivir un Mundial es una experiencia única. Este año ha sido una experiencia distinta porque al final me quedé fuera del equipo… Pero siempre hay que apoyar al equipo. Lo cierto es que vivir un mundial fue una experiencia única. Cada jugador tiene su momento y yo conseguí vivir un sueño, así que no me puedo quejar. Ojalá pueda vivir más momentos así.
¿Cómo gestiona las situaciones adversas como esta?
Son detalles. Algunos años entras y otros te quedas fuera. También pasa en verano cuando hablas con un equipo y al final no sale bien. Siempre pienso que hay que ver el lado positivo. En el caso de la selección, quedarme fuera me ha dado más tiempo para estar en Girona, conocer al equipo y aprender el sistema de juego. Me quedo con esto.
A veces las cosas no salen como uno espera… ¿Cómo lo sobrelleva?
Es complicado. Yo he estudiado 4-5 años de psicología y me gusta leer sobre ella, eso me ha ayudado bastante. Siempre intento sacar el lado positivo y relativizar. Con los años aprendes a hacer los problemas más pequeños y todo sirve para aprender. A mí me ha pasado de todo: de ser el ídolo de la grada a ser el silbado. En algunos sitios te sientes valorado y en otros no. Pero al final solo puedes concentrarte en aquello que depende de ti, porque siempre va a haber cosas sobrevolando que no vas a poder controlar.
Se rumorea que los nuevos convocados con la selección pagan la cena a los veteranos. ¿Le ha dado tiempo a quedarse con buen sabor de boca?
Sí, sí (ríe). Esto se hace la primera semana y debes tener en cuenta que he estado 25 días concentrado. Hemos disfrutado. En la selección siempre disfrutas. Esto de la cena es así desde hace más de 15 años y es algo bonito porque genera muy buen rollo. ¡Yo tengo el récord de pagar la cena más cara…! Además, estaba en Bilbao en aquel momento e iba más apurado económicamente…
¿Cuánto le tocó pagar?
¡Mejor no te lo digo! (ríe).
Compartís pabellón con el Spar Girona. Ahora que las ve más de cerca, ¿Qué cree que falta para equiparar las oportunidades con la liga masculina?
Siempre he seguido la liga femenina, pero desde que estuve en Valencia la sigo aún más. Aquí creo que el trabajo se hace bien, pero es cierto que faltan cosas. También creo que en los últimos años más jugadoras nacionales han vuelto a la liga española y eso también es un indicativo de que las cosas se están haciendo mejor. La gente está empezando a entender que todos debemos tener las mismas oportunidades.
¿Cree que los jugadores tienen alguna responsabilidad en que las jugadoras tengan más oportunidades o para generar más atención hacia la liga femenina?
Creo que muchos jugadores intentan aportar su granito de arena. Por ejemplo, cuando jugaba en Valencia iba a ver muchos partidos de las chicas y aquí también voy a venir porque me gusta ir a los partidos. Pero se puede ayudar de muchas maneras. También tengo un pódcast (basketcast) que al final es una plataforma donde hemos traído a muchas jugadoras para hablar y conocer su perspectiva. Creo que estamos dando pasos, pero todo tiene su proceso. Entiendo que a veces gustaría que las cosas fueran más deprisa, pero creo que van por buen camino.
Debut liguero contra el Real Madrid, las entradas están agotadas y se espera un pabellón de Fontajau a reventar. ¿Qué espera de este partido?
Fácil no va a ser (ríe). Pero también es una buena manera de comenzar. Si hacemos un buen partido la gente se puede ilusionar. Tampoco me gusta decir que no tienes nada que perder, porque sí que hay cosas en juego: el partido. Creo que hay nivel para hacer cosas bonitas.
¿Algún pronóstico sobre el resultado del debut?
Ganaremos. 85-81.