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Colombia despeja enigmas


Las elecciones de este domingo en Colombia han despejado el camino a las presidenciales que celebrarán su primera vuelta el próximo 29 de mayo. El campo de juego es ahora más nítido y tiene una figura predominante, Gustavo Petro, quien arrasó en las primarias de su coalición con una votación masiva y logró en el Congreso la mayor bancada obtenida por la izquierda en la historia. El impulso de Petro va acompañado del hundimiento del centro, un fortalecimiento de la derecha más moderada y un horizonte electoral marcado una vez más por la polarización.

En su segundo intento por llegar a la presidencia, Petro ha logrado que cuatro millones de personas votaran en las primarias de una coalición donde no tenía rivales. Aun así, la consulta del Pacto Histórico, su alianza de izquierdas, fue la que registró más participación, en parte también por la presencia de la líder ambientalista Francia Márquez, única mujer con presencia fuerte en estas primarias. Las luchas intestinas en el interior de Centro Esperanza diluyeron casi desde el inicio su potencial. Sergio Fajardo venció con un magro resultado: sus votos, los de Juan Manuel Galán, segundo, y el exministro Alejandro Gaviria suman menos de la mitad de los que logró Petro. La única alternativa posible a la izquierda ha quedado duramente golpeada y de no reagruparse en las próximas semanas, algo que se antoja quimérico vistas las tensiones pasadas, el único interrogante será ver el candidato al que finalmente terminen por apoyar.

En el lado opuesto a Petro emergió con fuerza Federico Gutiérrez. El exalcalde de Medellín obtuvo una victoria rotunda en la coalición de la derecha, que le da las credenciales para agrupar una gran plataforma en torno a él. La incógnita ahora es ver cuánto apoyo recibirá del uribismo, que se desplomó en el Congreso después de la salida de las listas del expresidente. La renuncia de Óscar Iván Zuluaga, el candidato del partido de Álvaro Uribe, el Centro Democrático, fue este lunes una primera señal. El poder se ha desplazado hacia el Partido Conservador, una de las maquinarias más sólidas del país junto a la del Partido Liberal, que ha hecho guiños a Petro. Las dos formaciones históricas serán actores clave con vistas a la primera vuelta.

Hasta entonces se vislumbra un escenario marcado por la omnipresente figura de Petro y un frente contra él. La polarización regresa, si alguna vez se fue, y las semejanzas con la elección de hace cuatro años son hoy más fuertes que antes de la cita del domingo. Petro no tenía entonces la fuerza que ahora tiene en el Congreso ni el miedo a su posible triunfo es tan grande. La polarización podría volver a ser el cáncer de la vida política de Colombia. Con ella se disuelve el espacio para el debate y lejos de cerrarse las heridas entre los colombianos puede hacer que persistan e incluso se ahonden.


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