Las legumbres son uno de los mejores alimentos que existen por su gran valor nutricional y su versatilidad. Las lentejas permiten muchas preparaciones tanto en invierno como en verano, aunque la más común de todas es en forma guiso. Aunque cocinarlas parezca lo más sencillo del mundo, hay que tener en cuenta algunos trucos para evitar que las lentejas queden secas. ¡Aprendemos de los mejores chefs!
Lo primero y más importante es elegir el tipo de lenteja. Aunque todas te parezcan iguales, debes saber que existen más de 50 variedades diferentes. Las más utilizadas para guisar son la beluga y la berdina, ambas de color oscuro. Aunque en los supermercados venden botes de conserva con esta variedades, los chefs recomiendan comprarlas crudas.
¿Crees que las lentejas hay que ponerlas en remojo toda la noche? A diferencia de lo que ocurre con otras legumbres, no. De hacerlo, la capa exterior se rompería. Ahora bien, si quieres que el proceso de cocción sea más rápido, sí puedes remojarlas media hora antes de cocerlas para que queden más suaves y sabrosas.
Uno de los principales errores que muchas personas cometen a la hora de cocinar lentejas es quedarse cortas de agua. Por cada 500 gramos de legumbres hay que añadir 2,5 litros de agua. Es la mejor forma de evitar que las lentejas queden secas.
Para que no se despellejen las lentejas mientras las cocinas no las remuevas en exceso. Además, la cocción debe ser lenta y con muchas verduras: cebolla, col, nabo zanahorias… ¡Todo sabor!
¡Y no te olvides de preparar un buen sofrito! Si te gusta experimentar en la cocina puedes pasar de los ingredientes tradicionales y apostar por otros como la calabaza o la leche de curry.
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