Cómo hacer aceite de lavanda

La lavanda es una hermosa flor violácea que acentúa un jardín y emite una agradable fragancia, y aceite de lavanda se deriva de la planta fresca. Simplemente cogiendo una cantidad de pétalos de lavanda, secándolos y poniéndolos en un plato en su baño produce un aroma encantador. Cuando los aplastas ligeramente con los dedos, liberan un aroma embriagador. El aceite de lavanda posee esa fragancia en forma líquida. El aceite de lavanda se usa para aromaterapia, popurrí y se sabe que tiene propiedades antibacterianas y antivirales. Es bueno para la salud de la piel y produce una sensación general de relajación cuando lo inhala. El aceite se utiliza en muchos productos de limpieza como jabones y detergentes. Incluso puede mezclar unas gotas con bicarbonato de sodio, espolvorearlo sobre su alfombra y aspirarlo para obtener un delicioso aroma a lavanda en su hogar. Las posibilidades son muchas. Puedes hacer aceite de lavanda en casa con bastante facilidad. No necesitará muchos ingredientes, solo un poco de paciencia.

Paso 1: cosecha la lavanda fresca

No compre lavanda que no sea fresca y no la seque antes de comenzar el proceso. Quieres que los pétalos y tallos de lavanda estén completamente frescos. Si tienes lavanda creciendo en tu jardín, mucho mejor. De lo contrario, cómprelo en un vivero o recójalo en la naturaleza.

Paso 2: córtelo y tírelo

Corta las flores de lavanda en trozos relativamente pequeños. No tires los tallos. Dobla los tallos para que quepan en el frasco de vidrio que tienes listo. Quita los pétalos de los tallos y apílalos. Una vez que tenga los trozos pequeños de lavanda, llene el frasco con ellos, tanto con pétalos como con tallos. No meta la lavanda en el frasco; más bien, llénelo sin empacarlo demasiado.

Paso 3: vierta el aceite de oliva

Vierta aceite de oliva virgen extra puro en el frasco hasta el punto donde se colocará el tapón. Coloque el tapón, asegurándose de que no haya bolsas de aire entre éste y el aceite.

Paso 4: deje reposar el aceite

Deje reposar el frasco sellado durante al menos 1 mes, preferiblemente en una ventana donde reciba luz solar directa. Agítelo un poco cada día para mezclar el aceite con la lavanda.

Paso 5: colar en el segundo frasco

Después de que haya pasado el mes, retire el tapón del frasco y sostenga el colador sobre el segundo frasco abierto. Vierta todo el contenido del primer frasco en el colador, asegurándose de que el aceite entre en el segundo frasco. Cuando se haya vertido todo el aceite, exprima la lavanda aceitosa sobre el segundo frasco para sacar la mayor cantidad de aceite infundido posible. Deseche la lavanda y ponga el tapón en el segundo frasco. Tu aceite está listo.

El aceite esencial de lavanda es bueno para los sentidos, el cuerpo y la mente. Úselo para refrescar el aroma de su hogar, o simplemente aplique un poco en sus sienes cuando necesite relajarse. Aplícalo sobre las imperfecciones de la piel o agrega unas gotas a tu baño. Con este método, siempre puede tener aceite de lavanda terapéutico en casa.




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