Lorenzo Fluxà pertenece a una de las familias más importantes de Mallorca, famosa por su éxito y dedicación en la industria zapatera por sus fábricas de Camper y Lottusse, pero también en otros sectores como el hotelero con el Grupo Iberostar. Pero si algo define a Lorenzo es su pasión por el motor, algo que ha acabado reflejándose en sus 4 hijos. Tres de ellos son promesas del automovilismo: Lorenzo Fluxà jr, de 17 años, competirá este curso en la Fórmula Regional Europea tras fichar por Prema. Lucas, de 13 años, correrá en 2023 en el Mundial de Kárting OK después de maravillar en OK Junior. Y Luna Fluxà, de 12 años, es la primera mujer que ha fichado por la academia de jóvenes talentos del equipo Mercedes de F1, ganadora del europeo de 2021 y 17ª en su primer año en el Mundial Junior en 2022. Todos ellos sueñan con la F1 y Lorenzo, como padre, los acompaña allá dónde van. Al margen de todos los viajes de negocios, se pasa “una media de 32 fines de semana al año” en circuitos. Eso le generaba una preocupación. Necesitaba pasar más tiempo con la única de los 4 que no quiere pilotar: Lisabel, de 16 años.
Se sentía “en deuda” como padre. Hasta que un día, una propuesta lo cambió todo: “Cuando me dijo que quería ser copiloto mía en rallies de regularidad me hizo una ilusión tremenda”. Así fue como Lorenzo Fluxà inició uno de los proyectos de su vida. Al cumplir los 50 decidió regalarse el cumplir su anhelo de acudir al Dakar. Pero lo hace con un reto mayor: Se estrena en el Dakar 2023 para prepararse para ir al Dakar 2025 con su hija de copiloto.
Antes, debía hacer dos cosas: preparar el coche y buscar copiloto (su hija aún no puede participar por edad). Rastreó el mercado de navegantes y encontró a uno de los mejores de Europa en Regularidad, Sergi Giralt, quien en 2021 debutó en el Dakar Classic como navegante ganando casi la mitad de los tramos. Viajó a Barcelona y lo convenció enseguida: “Me vino a buscar. Es un honor. Cuando me llamó Lorenzo y me vino a ver, enseguida le dije que sí y más en un coche como el Toyota de Jacky Ickx”, apuntó a este diario.
En cuanto al coche, la cosa era más difícil. La mayoría de piezas son originales, pero al margen de dejarlo todo impecable, Fluxà y Giralt necesitaban disponer de recambios para afrontar una carrera como el Dakar Classic. Para ello, lograron contactar con empleados de Toyota de aquella época, que les echaron un cable para preparar estas piezas una a una, teniendo que hacer moldes de la gran mayoría de ellas.
Lisabel seguirá el Dakar desde casa, pegada a la tabla de tiempos, consciente de que en dos años le tocará a ella ser protagonistas. Sergi, actual copiloto de Fluxà, será pieza clave en su formación, igual que la experiencia que sume en las carreras de regularidad que realicen en estos años.
La cosa no acaba ahí. En 2025 se cumplirán 25 años de la participación de Jacky Ickx junto a su hija Vanina. Lorenzo Fluxà quiere emular al mítico ex piloto de F1 con el mismo reto, y para ello, lo hará exactamente con la misma unidad que pilotó el belga en los desiertos africanos. Jacky se había inscrito en 1997 junto a Vanina, pero un problema de última hora les obligó a renunciar. Finalmente, compitieron en el año 2000 con un Toyota, terminando en la 18ª posición en la general. Ese Toyota ahora está en manos de Fluxà, quien debutará en el Dakar 2023 con dicho vehículo.
Lisabel seguirá el Dakar desde casa, pegada a la tabla de tiempos, consciente de que en dos años le tocará a ella ser protagonistas. Sergi, actual copiloto de Fluxà, será pieza clave en su formación, igual que la experiencia que sume en las carreras de regularidad que realicen en estos años.
‘Regreso’ de la familia Camper al Dakar
Al margen del romanticismo de querer competir junto a su hija y hacerle un homenaje a Jacky Ickx, emulando su reto de los años 2000, esta historia tiene otro punto destacable. Con Fluxà regresa un miembro de la familia Camper al Dakar, firma que fue uno de los patrocinadores españoles más icónicos y recordados del Dakar en los años 80 y 90, como por su patrocinio a Carlos Mas en moto y su famosa decoración roja.
“En las carreras, el tiempo con un hijo es de calidad”
“El tiempo de las carreras con un hijo es de calidad. No hay nada mejor que compartir un hobby, pero también los momentos difíciles que se viven en las pruebas, en los que necesitan el apoyo de un padre. Las carreras unen mucho a un padre y a un hijo”, apuntó a MD Lorenzo, quien tras el Dakar tiene ya un plan claro: correr con Lisabel el Rally de Mallorca de Clásicos y, acto seguido, el Costa Brava con el mítico M2 de Pep Bassas.
“El tiempo de las carreras con un hijo es de calidad”
Correremos el Costa Brava conel M3 de Pep Bassas. Ya hice un rally en Mallorca con mi hija, haremos regularidad, antes del Cista Brava tendremos el Rrally de Mallorca de Clásicos. Así, también podrá homenajear a Bassas de la mejor de las maneras, un amigo con el que debutó en una gran carrera en 2002, compartiendo experiencia en un Seat León en las 24 Horas de Montmeló.