Cómo lavar una bufanda de lana tejida a mano

Una bufanda de lana tejida a mano es un accesorio atractivo, pero las cualidades únicas de las fibras de lana requieren un cuidado específico cuando se trata de lavar. Los hilos hechos de fibras animales, como la lana, se “sentirán” o se pegarán si pasan por la lavadora. La agitación de la lavadora más el calor intenso del agua de lavado hacen que las fibras del hilo se enreden. La agitación también puede estirar y deformar la bufanda. Afortunadamente, lavar a mano su bufanda de lana es simple y económico, y generalmente solo requiere unos minutos de esfuerzo.

Paso 1: lavar

Llene un lavabo, un balde o su fregadero con agua tibia. Asegúrese de que no esté demasiado caliente; debería poder sostener su mano cómodamente durante unos minutos. Luego, agregue una o dos tapas de jabón para lavar que sea seguro para telas finas, como Woolite. Mueve tu mano suavemente por el agua para crear espuma.

Sumerge completamente tu bufanda en el agua jabonosa. No lo frotes ni lo restriegues, ya que esto puede hacer que las fibras del hilo comiencen a unirse. Puede apretar muy suavemente una o dos veces para asegurarse de que esté completamente empapado y luego dejar reposar durante diez minutos.

Paso 2 – Enjuague

Después del tiempo especificado, toma toda la bufanda en tus manos y sácala con cuidado del agua. Apriete suavemente para eliminar el exceso de agua, pero no apriete demasiado ni escurra. Luego, déjelo a un lado sobre una toalla doblada.

Drene el agua de lavado y vuelva a llenar el lavabo o fregadero con agua limpia y fresca. Nuevamente, asegúrese de que el agua esté tibia, pero no caliente. Sumerge tu bufanda en el agua de enjuague, comprimiéndola suavemente y presionándola contra el fondo del lavabo. Una vez más, no retuerza ni retuerza la bufanda y no la mueva rápidamente en el agua. Después de exprimir la espuma unas cuantas veces, vuelva a juntarla en sus manos y aplique presión para eliminar el exceso de agua. Vuelva a colocarlo sobre la toalla doblada una vez más y drene o vacíe el agua de enjuague.

Paso 3 – Secar

Para que la bufanda se seque nuevamente, extiéndala con una toalla grande y seca sobre una superficie plana. Colóquela suavemente en el centro de la toalla a lo largo; tenga cuidado de no tirar de ella ni deformarla. Luego, dobla los lados izquierdo y derecho sobre la bufanda y enrolla la toalla de un extremo al otro. Presione con fuerza la toalla enrollada para exprimir más el exceso de agua. Desenrolle y despliegue el paquete nuevamente, y retire suavemente la bufanda antes de dejar esta toalla a un lado.

Coloque una segunda toalla seca en un lugar cálido y asegúrese de que no esté directamente expuesta al sol, ya que la exposición a la luz solar podría desvanecer los colores del hilo. Coloque la bufanda encima para que se seque al aire. Dale la vuelta en algún momento después de que el primer lado esté seco para dar al otro algo de exposición.




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