Cómo limpiar y purgar los radiadores de casa para este invierno

Ahora que estamos en otoño y poco a poco va haciendo cada vez más frío, es el momento idóneo para purgar los radiadores. De lo que se trata es de eliminar el aire sobrante del circuito de los radiadores, mejorando así el rendimiento energético de la calefacción. A veces también se oyen ruidos raros al encender la calefacción, como gorgoteos, provocados por las burbujas de aire que hay acumuladas en el sistema. Es un síntoma claro de que hay que purgar los radiadores.

Pero, ¿por qué es tan importante? Si tienen aire acumulado, los radiadores no calientan bien. Es decir, el termostato no salga pero la caldera sigue funcionando porque no logra llega a la temperatura programada. Esto provoca que la caldera trabaje el doble, lo que implica un gran derroche de energía de forma innecesaria.

Purgar los radiadores paso a paso

A continuación te explicamos cómo hay que hacer esta tarea de forma detallada para que no te pierdas nada.

  1. Lo primero y más importante es comprobar si necesitas purgar los radiadores de tu casa. Para ello, enciende la calefacción y pasa la mano por la parte superior de los radiadores. Si está más fría que la parte inferior, significa que hay aire acumulado en ellos.
  2. Ve al radiador que se encuentre más cerca de la caldera y coloca un recipiente justo debajo de la llave.
  3. Gira la llave con un destornillador o, si no tienes, con una moneda. Verás cómo empieza a salir aire junto con un poco de agua.
  4. Cuando el chorro de agua sea fluido, cierra la llave.
  5. Repite la operación en todos los radiadores de casa siguiendo el flujo natural del agua.
  6. Y, por último, revisa que la presión de la caldera oscila entre 1 y 1,5 bares. Es normal que tras el purgado baje un poco el nivel de presión.

¿Cómo ahorrar en calefacción?

Para ahorrar en calefacción este otoño e invierno, además de purgar los radiadores para que funcionen a máximo rendimiento, la Organización de Consumidores y Usuarios recomienda colocar burletes en las puertas y ventanas. Taponan la entrada de aire, ayudando así a mantener la temperatura interior.

Además, es aconsejable ventilar la casa 10 minutos a primera hora de la mañana. Luego, se cierran las ventanas y se dejan las persianas subidas.

Y, por último, la temperatura idónea durante el día es de 21 grados.


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