Como si nada hubiera pasado, como si no hubiera habido vacaciones, como si no hubieran aprovechado para dejarse ir un poco en medio de una estricta dieta para rendir aún mejor, como si no hubieran desconectado del fútbol, a pesar de toparse en las narices con un Mundial… Como si nada, absolutamente nada, el Girona ha vuelto de este extraño periodo en el que ha tocado, por casi obligación, tomarse un descanso.
¿Cuántos mantienen aquello de ‘lo que funciona no hay que tocarlo’? Quizás el término no sea ese, pues al Girona, como a todos los equipos de la Liga, le han ‘trastocado’ por completo los planes. Justo cuando el equipo alzaba el vuelo tocó parar en seco, olvidarse y marchar. Una de esas tres premisas no ha sido cumplida por los jugadores que dirige Míchel. Efectivamente, olvidarse.
Como si el periodo de parón no hubiese existido, los protagonistas que defienden los colores rojiblancos no se han olvidado de cosechar buenos resultados. A pesar del miedo, o del desconcierto si quieren, que se vivía en la atmósfera por detenerse cuando el equipo mejor estaba, se ha empezado una nueva pretemporada con muy buen pie.
Son amistosos, por supuesto, aunque también lo eran los del primer periodo de preparación antes de iniciar las competiciones oficiales. El Girona ha sabido ganar a dos buenos rivales como el Standard de Lieja y el Niza, ambos apostando, como dictan este tipo de partidos, por jóvenes, jugadores con menos minutos y rotaciones en todas las filas del escenario. Frente a los franceses, además, remontaron en cinco minutos un partido que se les puso cuesta arriba con un gol encajado a los once minutos.
Además, ha habido nombres propios que han dado un paso al frente, entre ellos Iván Martín. El centrocampista cedido por el Villarreal está mostrando un nivel por encima del que mostró el año pasado en Segunda División. Javi Hernández es otro de ellos. El lateral ha sido uno de los mejores en ambos partidos y se estrenó con gol frente a los galos para poner la cereza del pastel. Joel Roca, la perla gerundense, también marcó y continúa dejando señas de personalidad a pesar de su juventud.
Como si nada hubiera pasado y como si nada hubiesen leído, Míchel seguirá trabajando para que todo esté por pasar sin que nada cambie.