Las costumbres y tradiciones de los funerales chinos dependen en gran medida de la edad de la persona fallecida, así como de su nivel social y las causas de la muerte. Por ejemplo, una persona mayor no tiene que sentir respeto si el fallecido es más joven. Al igual, si quien ha fallecido es un joven soltero, el cuerpo debe ser llevado a una funeraria y no a su hogar.
En cuanto a los bebés y niños, no se hace ningún rito funerario ya que en China no se puede mostrar respeto por alguien de menor edad. Por lo tanto, los más pequeños son enterrados en absoluta intimidad y silencio.
Ritos y costumbres en los funerales chinos
Los funerales chinos son bien conocidos por tener un gran número de preparativos. Los chinos son muy supersticiosos y creen en el ciclo de la vida, de forma que hacen lo posible por nacer y morir en el mismo sitio.
Cuando alguien de la familia muere, la casa cambia por completo. Todas las estatuas de las deidades se cubren con papel de color rojo, y se retiran todos los espejos. Además, se coloca una tela blanca sobre la puerta. Si la persona fallecida es un hombre, el gong se instala a la izquierda de la puerta, mientras que si es una mujer, se instala a la derecha.
En cuanto al cadáver, se limpia con una toalla, se le aplica talco y se le viste con su mejor ropa, generalmente de color marrón, azul o negro.
Cuando finaliza el velatorio, el atáud se sella con clavos y se pegan a él papeles blancos y amarillos. El féretro se porta con la cabeza de la persona fallecida en la parte delantera. Primero se coloca fuera de la casa y luego se lleva hasta el arca de la carroza fúnebre que lo traslada al cementerio. Todos los coches que acompañan al cortejo llevan un trozo de tela blanca.
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