El Real Madrid ya perfila la planificación de la próxima temporada con las manos atadas y muy poco margen de maniobra. La crisis económica generada por los efectos de la COVID-19 que está asolando buena parte del planeta ha condicionado totalmente el mercado de fichajes y también al Madrid, cuyos planes de futuro a corto y medio plazo se han visto alterados por la pandemia.
Aplazados los grandes desembolsos para épocas más prolíficas (caso de Mbappé), el Madrid se ve obligado a recurrir a los jugadores que tiene cedidos para reforzar la plantilla de cara al próximo curso. Los regresos de Martin Odegaard (que ayer se despidió de la Real Sociedad) y Álvaro Odriozola están a la espera de confirmación oficial y uno de los nombres propios del verano será sin ninguna duda el de Dani Ceballos.
El futuro inmediato del centrocampista utrerano es una incógnita después de que su cesión en el Arsenal expirara al acabar el curso y en la entidad blanca se plantean diversos escenarios dependiendo de las circunstancias del mercado. La posibilidad de que forme parte de la plantilla de Zinedine Zidane, en todo caso, estará directamente supeditada a que el Real Madrid consiga dar salida a James Rodríguez.
James tiene la llave
El volante colombiano no entra en los planes del entrenador francés y en las últimas jornadas de Liga se negó a jugar mientras busca equipo de destino para las próximas temporadas. Desde el club confían en que la marcha de James no se enquistará tal y como sucede con el díscolo Gareth Bale, que tiene intención de finalizar su contrato.
Otra variante que estudian en los despachos del Santiago Bernabéu es la de volver a ceder a Ceballos. Pretendientes no faltan (Betis y Arsenal son los mejor colocados) y el Madrid podría ahorrarse la ficha y hacer algo de caja, tal y como ocurre con Kubo.
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