Si el presidente Andrés Manuel López Obrador emite un acuerdo presidencial para que la Guardia Nacional (GN) pase a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sería una violatoria de los derechos constitucionales de todos los mexicanos, de la división de poderes y de las competencias que el presidente tiene establecidas en la Constituciones, advirtió el ministro en retiro José Ramón Cossío.
Durante la conferencia matutina del lunes, el mandatario mexicano emitió un polémico anuncio en el que dijo que por “un acuerdo de la Presidencia”, las funciones de seguridad de la GN pasarán por completo a la Sedena. Incluso, aseguró que dentro de sus atribuciones puede modificar, si es necesario, “el reglamento interno del Gobierno”.
Durante su participación este martes en Aristegui en Vivo, el ministro en retiro José Ramón Cossío destacó la confusión de términos en la declaración del mandatario, pues apunta a que la conversión de la Guardia Nacional como cuerpo castrense se realizaría sin tomar en cuenta si el Poder Legislativo aprobaría o no una reforma. Además, resaltó el error del mandatario al sugerir una modificación al reglamento interno del Gobierno, al explicar que éste no existe.
“No, señor, usted tiene una ley y esa ley le corresponde al Congreso, usted no determina… es mucho más complejo que estar moviendo el país a decretazos”, dijo Cossío.
El ministro en retiro detalló que por determinación constitucional, la GN está adscrita a la Secretaría de Seguridad, no a la de Defensa, por determinación de la Ley de la Administración Pública Federal, por la Ley de la Guardia Nacional y por determinación del reglamento que el propio Andrés Manuel López Obrador expidió.
“La Guardia Nacional está contenida en una Ley de la Guardia Nacional, esa ley es emitida por el Congreso de la Unión, el presidente no puede hacer nada sobre esa ley, en términos jurídicos“, indicó Cossío.
Recordó que López Obrador emitió un reglamento de la Ley de la Guardia Nacional, el cual debe apegarse a lo que disponga la Ley de la Guardia Nacional, es decir, no es un reglamento autónomo. “Consecuentemente, mientras no se modifique la ley de la Guardia Nacional, no se modifique la Ley de la Administración Pública Federal, el presidente no puede operar”, afirmó.
José Ramón Cossío destacó que el decreto presidencial violaría el artículo 129 de la Constitución, que señala que en tiempos de paz las Fuerzas Armadas no pueden desempeñar otras tareas sino las propias de la disciplina militar. Sin embargo, lamentó que desde hace años, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha ido cediendo este espacio en el sentido.
“Cuando el presidente quiere usar a las Fuerzas Armadas para realizar funciones de Seguridad Pública, lo tiene que hacer de forma excepcional como sucedió con el decreto que emitió para movilizar al Ejército y la Armada hasta el 2024 en funciones de Seguridad Pública”, dijo.
El ministro en retiro aseguró que sería muy grave que el presidente, ante la dificultad que está teniendo de llegar a tener las mayorías necesarias en el Congreso y la Legislatura de los estados para reformar la Constitución, quisiera “entrar por la puerta de atrás o simplemente saltarse la Constitución y las leyes, para crear o darle un sentido a la Guardia Nacional dentro de la Secretaría de la Defensa”.
Agregó que con su acción también estaría violando el artículo 21 constitucional en donde señalan que la Guardia Nacional será de carácter civil. Entonces, “¿cómo es que algo que está definido constitucionalmente pasa a lo militar?”, cuestionó Cossío.
México pertenece al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Cossío destacó que en diversas ocasiones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho que la condición de las Fuerzas Armadas tiene que ser excepcional. Dichas sentencias son vinculantes para el Estado Mexicano.
José Ramón Cossío manifestó que con su postura, López Obrador no está creando una condición de excepcionalidad, al contrario, al introducir o determinar que la GN está en la Secretaría de la Defensa Nacional lo que estás haciendo es darle una condición de normalidad a este cuerpo que deja de ser civil para constituirse en un cuerpo militar.
A partir de ese supuesto, Cossío destacó varios puntos a considerar sobre el estatus que adoptarían los miembros de la Guardia Nacional como su estatus jurídico, sobre si aplicaría en ellos el fuero militar que garantiza la Constitución a los miembros de las Fuerzas Armadas.
“¿Los miembros de la GN van a ir a procesos administrativos por las faltas que cometa o irán a los tribunales militares?”.
Aseguró que todos esos cuestionamientos son sumamente importantes, pues afectan a la disciplina militar al romper las condiciones de mando. Explicó que con esto se suman más “chipotes” a una institución como las Fuerzas Armadas, que de acuerdo al texto constitucional, está bien perfilada y construida.
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