KIEV, Ucrania — El Ejército ucraniano usó un sistema de cohetes de precisión suministrado por Estados Unidos para atacar un puente que Rusia utiliza para abastecer a sus fuerzas en una región ocupada del sur de Ucrania, en un golpe que levantó la moral de los ucranianos.
La artillería ucraniana dañó el puente Antonivskyi el martes por la noche, dijo el jefe adjunto de la administración designada por Moscú para la región de Jersón, Kirill Stremousov.
Aunque el puente, que cruza el río Dnieper en la región sur, seguía en pie el miércoles, los agujeros en la plataforma impiden a los vehículos cruzar el tramo de 0,9 millas, dijo Stremousov. Después de que ataques ucranianos anteriores dañaran el puente la semana pasada, este se cerró para los camiones, pero permaneció abierto para los vehículos de pasajeros hasta el ataque más reciente.
Las fuerzas ucranianas utilizaron lanzacohetes múltiples HIMARS suministrados por Estados Unidos para atacar el puente, dijo Stremousov. Una portavoz del Comando Sur del Ejército ucraniano, Nataliya Gumenyuk, dijo a la televisión ucraniana que se llevaron a cabo “ataques quirúrgicos” en el puente.
El sistema HIMARS ha agregado un componente tecnológico más moderno a los viejos activos militares ucranianos.
Los HIMARS tienen mayor alcance, mucha mejor precisión y una velocidad de disparo más rápida en comparación con los lanzacohetes múltiples Smerch, Uragan y Tornado de diseño soviético utilizados tanto por Rusia como por Ucrania.
Con la guerra en Ucrania aún en curso, una niña en Carolina del Sur está usando su amor por las muñecas para contagiar alegría a los niños afectados.
El asesor presidencial de Ucrania, Mykhailo Podolyak, dijo en Twitter el miércoles que “los ocupantes deberían aprender a cruzar a nado” el río Dnieper o “abandonar Jersón mientras aún sea posible”. “Puede que no haya una tercera advertencia”, tuiteó Podolyak.
Miles de millones de dólares en asistencia militar occidental han sido cruciales para los esfuerzos de Ucrania para defenderse de la invasión rusa lanzada el 24 de febrero, pero Kiev dice que todavía son pocas las armas para cambiar el rumbo de la guerra.
Si bien detener el tráfico en el puente, al menos temporalmente, solo hace una pequeña mella en la operación militar rusa en general, el ataque mostró que las fuerzas rusas son vulnerables y significó un triunfo moral para los ucranianos.
Los cuerpos de rescate seguían buscando entre las ruinas de un centro comercial en Kremenchuk que cayó víctima de un bombardeo ruso y donde, según las fuerzas ucranianas, 20 personas siguen desaparecidas. Las autoridades declararon tres días de duelo nacional. Las bombas usadas en ese ataque fueron tan poderosas que es posible que los familiares no puedan recuperar los restos de sus seres queridos.
El puente es el principal cruce del río Dnieper en la región de Jersón. La única otra opción es una represa en la planta hidroeléctrica de Kakhovka, que también fue atacada por Ucrania la semana pasada, pero permanece abierta al tráfico.
Al principio de la guerra, las tropas rusas invadieron rápidamente la región de Jersón, justo al norte de la península de Crimea, que Rusia capturó en 2014. Han enfrentado contraataques ucranianos, pero se han mantenido firmes en gran medida.
Al mismo tiempo, el grueso de las tropas rusas sigue batallando por el corazón industrial del país, la región oriental de Donbas, donde han logrado avances lentos frente a la férrea resistencia ucraniana. La llegada de armas estadounidenses como los HIMARS ha ayudado a frenar los avances de Moscú.
Finlandia y Suecia solicitaron oficialmente unirse a la alianza militar más grande del mundo después de la invasión rusa en Ucrania.
Las tropas rusas mantuvieron los ataques de artillería sobre la provincia oriental de Donetsk, donde alcanzaron pueblos y aldeas, afirmó su gobernador, Pavlo Kyrylenko.
En Bakhmut, una ciudad clave en el frente de la ofensiva rusa, los bombardeos causaron daños en un hotel y varias víctimas, apuntó Kyrylenko. Había una operación de rescate en marcha.
En plena ofensiva rusa para hacerse con el control total de Donetsk y Luhansk, las dos provincias que conforman Donbás, Moscú ha logrado avances marginales al noreste de Bakhmut, según un centro de estudios con sede en Washington D.C.
El ataque se da justo que varios mandatarios se encuentran reunidos en la Cumbre G7.
Sin embargo, es bastante improbable que las tropas del Kremlin aumenten de forma significativa los territorios que ocupan “antes de principios de otoño”, apuntó el Instituto para el Estudio de la Guerra.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, afirmó que las bajas del Ejército ruso ascienden a casi 40,000 efectivos, además de las decenas de miles heridos y mutilados. Su afirmación no pudo verificarse de forma independiente.
Rusia reportó sus bajas por última vez en marzo, cuando afirmó que había 1,351 fallecidos en combate y 3,825 heridos.
Por otra parte, el gobernador de Dnipropetrovsk, una región centroriental de Ucrania, reportó ataques de artillería rusos en dos zonas de la provincia. Valentyn Reznichenko, dijo que en la localidad de Marhanets, una mujer resultó herida y varios edificios de apartamentos, un hospital y una escuela sufrieron daños a causa del bombardeo.
Además, los bombardeos nocturnos causaron seis heridos en la ciudad de Járkiv, en el norte, explicó su alcalde, Ihor Terekhov.
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