Miles de personas migrantes de Centro y Sudamérica intentaron ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde el Puente Internacional Santa Fe, que divide a Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas, donde fueron recibidos por agentes migratorios estadounidenses armados.
Por estas acciones el paso migratorio fue suspendido.
Las personas migrantes fueron alertadas de que este domingo habría posibilidad de que cruzaran sin dificultades, por el también conocido como Puente del Norte, y fue como cerca de 2 mil se dieron cita en ese punto.
Del lado norteamericano habían instaladas concertinas o vallas metálicas con púas para evitar su ingreso, y en la parte mexicana, Guardias Nacionales buscaban impedir su paso, pero la turba les superó y lograron llegar hasta la aduana estadounidense.
Ahí crecieron los reclamos sobre fallas en los sistemas electrónicos para la solicitud de asilo, y autoridades estadounidenses golpearon a quienes intentaban cruzar la frontera mientras amenazaban a otras personas con las armas.
Luego del suceso, la multitud de migrantes se retiró, y algunos se dirigieron a las orillas del Río Grande, donde permanecieron vigilados por agentes de inmigración estadounidenses.
Las personas inmigrantes dieron a conocer que el proceso de asilo impuesto por la administración de Biden dispuso de una aplicación llamada CBP One que aparentemente agilizaría las solicitudes de asilo a los Estados Unidos, pero ésta falla constantemente.
Ello deja a la deriva a miles de migrantes en zonas de alto riesgo en la frontera mexicana donde la delincuencia organizada es uno de los principales peligros.
Luisa, originaria de Venezuela, dijo que el 1 de marzo se presentó con su cita y las autoridades de Estados Unidos le dijeron que se despidiera de sus hijos.
“Que yo pasaba, pero ellos no. Entonces me regresé y hoy 12 de marzo que tienen su cita mis hijos, me dicen que no puedo cruzar y el jefe de los agentes me dijo que así son las cosas y que ellos son los que mandan”.
Detalló que es imposible conseguir una cita familiar, en su caso desde diciembre lo ha intentado pero las autoridades estadounidenses le niegan el ingreso junto con sus hijos.
Mientras tanto en México, la crisis migratoria y humanitaria aumenta, los albergues están colapsados y ante la falta de refugio las personas duermen en la calle.
La región vive un flujo migratorio récord, con 276 millones de personas indocumentadas detenidas en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
Con información EFE/Reuters.
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