El ajo es un alimento tradicional que forma parte de nuestra gastronomía, y cuyo consumo aporta beneficios para la salud tanto física como mental. Es una fuente rica en vitaminas y minerales, y también contiene alicina, una sustancia con propiedades antibióticas.
Truco para que los ajos no se estropeen
Ahora bien, a la hora de conservar los ajos en casa muchas veces nos encontramos con el problema de que tenemos demasiados y se van a poner malos. Se venden en ristras formadas por varias cabezas, y a veces para hacer una receta simplemente necesitamos tres o cuatro dientes. Por lo tanto, una ristra de ajos puede durarnos meses y meses en casa.
Por suerte, existe un truco muy sencillo que podemos poner en práctica para que los ajos se conserven en perfectas condiciones durante mucho tiempo. Te contamos en qué consiste:
- Lo primero es picar los ajos con una picadora. De esta manera, cuando vayamos a utilizarlos por ejemplo para hacer un sofrito, ya los tenemos listos.
- A continuación, los colocamos dentro de un bote de cristal.
- El siguiente paso consiste en añadir aceite hasta cubrirlos por completo. Lo ideal es utilizar aceite de oliva virgen extra.
- Y, por último, tapamos el bote de cristal y lo guardamos en la nevera.
Las conservas en aceite aíslan los alimentos, lo que impide que éstos entre en contacto con microorganismos que aceleran su proceso de descomposición. Además, este tipo de conserva no modifica las propiedades naturales de los alimentos, en este caso los ajos.
Podemos personalizar la preparación añadiendo especias y hierbas, como el laurel, el romero o el tomillo. Además de los ajos, podemos utilizar el aceite aromático en cualquier receta.
Consejos para conservar los ajos
Lo primero y más importante es adquirir ajos de buena calidad. Podemos saber que están frescos por su piel seca como papel y su textura firme. Además, no deben tener brotes. Cuando los ajos están suaves significa que están muy maduros, de forma que su fecha de caducidad está próxima.
La mayoría de alimentos no toleran nada bien la humedad, y los ajos no son una excepción. Antes de guardarlos, los lavamos y secamos muy bien antes de almacenarlos. Para ello, lo mejor es dejarlos colgados de una cuerda durante una semana, de tal manera que el aire pueda circular entre las cabezas.
El mejor recipiente para conservar los ajos es uno de cerámica con agujeros. Hay que guardarlos en un lugar seco, ventilado y oscuro.
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