El fichaje del belga Eden Hazard por el Real Madrid, anunciado este viernes, reabre la filosofía instaurada años atrás por el presidente Florentino Pérez, que en su llegada configuró las plantillas a base de talonario, invertido casi únicamente para estrellas consolidadas.
Cada proyecto nuevo contaba con un flamante reclamo. Lo mejor del mercado. El portugués Luis Figo, arrebatado al Barcelona por una cantidad inigualable en su momento, abrió aquella era. Después llegaron Zinedine Zidane, Ronaldo Nazario o David Beckham, entre otros, en su primera época, y Cristiano Ronaldo o Kaká, que sobresalen de la segunda.
Gareth Bale, que llegó en la temporada 2013-14 y en menor medida James Rodríguez, que aterrizó un curso después, fueron los últimos en llegar con el rol de estrella. Después de las presentaciones del galés y del colombiano no hubo más de tales dimensiones.
El Real Madrid dio un giro a su diseño. Cambió de apuesta y echó el lazo a futbolistas jóvenes, prometedores, de ámbito nacional, preferentemente. Marco Asensio, Isco Alarcón, Asier Illarramendi, Theo Hernández, Dani Ceballos, Jesús Vallejo, Álvaro Odriozola… que alternó con otros grandes del fútbol internacional, asequibles en el precio y al margen de la galaxia: Luka Modric, Toni Kroos, Mateo Kovacic, Keylor Navas, Thibaut Courtois .
No le fue mal al conjunto blanco, que a lo largo de este período acumuló cuatro Ligas de Campeones en el último lustro, dos Ligas, dos Copas del Rey, dos Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y cuatro Mundiales de Clubes, trofeos todos en la segunda etapa de Florentino en la presidencia blanca.
Cubrir el vacío dejado por Cristiano Ronaldo
Sin embargo, la sequía evidenciada en el último curso y el vacío dejado por Cristiano Ronaldo han animado al presidente a recuperar la filosofía de antaño. A recuperar la idea de antaño. Apostar sobre seguro por figuras consolidadas.
Eden Hazard es, ahora, la estrella que estaba a tiro para la entidad madrileña. Deseoso desde hace tiempo por vestir la camiseta blanca, el belga era un viejo sueño de Zinedine Zidane hasta ahora imposible. Pero la intención del futbolista y la necesidad del Chelsea por venderle dada la proximidad del final de su contrato y su negativa a renovar propician el movimiento de un jugador relevante, maduro y en el top mundial.
Fue el pasado Mundial de Rusia 2018 donde este deportista de La Louvière, que cumplió 28 años en enero pasado, encontró el espaldarazo definitivo. Líder de la selección de Bélgica, una de las sensaciones de la competición, fue destacado como el mejor en tres de los partidos de su equipo, incluido en el once ideal del torneo y premiado con el balón de plata de todo el campeonato.
España será el tercer destino para Eden Hazard, que abandonó su país de origen con 16 años, reclutado por el Lille tras disputar un torneo local con el Tubize, actualmente en la segunda categoría del fútbol belga. Fue este su único equipo en Bélgica.
La carrera del capitán de los ‘diablos rojos’ se resume en el Lille y el Chelsea. Durante cinco temporadas permaneció en el club francés, esta temporada subcampeón de la Ligue 1.
Progresión meteórica del atacante belga
Hazard disfrutó de una progresión meteórica durante el lustro que permaneció en el fútbol galo. Llevó al Lille a la conquista del título de Liga en la temporada 2010-11. Fue el cuarto en la historia de la entidad pero el primero en 57 años. El belga estuvo un curso más. Después, se marchó al Chelsea, que pagó 36 millones de euros como traspaso.
El centrocampista belga llegó a la Premier con 21 años pero consolidado ya como uno de los futbolistas más reputados y con más proyección del Viejo Continente. La entidad londinense se había convertido ya en una de las más poderosas del mundo de la mano del multimillonario ruso Roman Abramovich y no reparaba en gastos.
Hazard fue uno de los puntales del proyecto que llevó al conjunto de Londres prolongar su época dorada. Arribó en Stamford Bridge meses después de que el Chelsea ganara por primera vez la Liga de Campeones.
Durante sus siete temporadas en Londres no consiguió ampliar el dominio en la máxima competición continental, su asignatura pendiente, pero dejó su sello con dos Ligas Europa (2012-13 y la última), otras tantas Premier (2014-15 y 2016-17), una Copa de Inglaterra (2017-18) y una Copa de la Liga inglesa (2014-15).
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