PHOENIX — Más allá del enorme reto que supone poner en marcha una compañía de vehículos autónomos, Waymo se enfrenta en las ciudades de Arizona donde circulan sus automóviles a una “guerra de guerrillas” con vecinos que han llegado a atacar con piedras y pinchar las llantas de sus unidades.
Los autos de la firma del grupo Alphabet, la empresa matriz de Google, han sido víctimas de una veintena de ataques en los últimos meses, a pesar de que la compañía afirma que los arizonianos han recibido con “entusiasmo” esta tecnología de vanguardia.
Daniel Mejía, sargento de la Policía de Chandler, uno de los suburbios de Phoenix donde Waymo ha desarrollado sus pruebas y donde desde diciembre cobra a los pasajeros por usar sus vehículos, explicó a Efe que entre los 21 incidentes documentados hay “actividades sospechosas” de personas que presuntamente intentaron hacer daño, pero finalmente no lo concretaron.
Estos reportes policiales son la demostración de que muchos vecinos están inconformes con la presencia de los Chrysler Pacifica que Waymo ha desplegado en la ciudad sin conductor al mando del volante.
A principios de agosto una de estas camionetas transitaba por Chandler cuando el piloto de pruebas vio a un hombre barbudo y en pantalones cortos que le apuntaba con una pistola. El sospechoso, Roy Leonard Haselton, de 69 años, fue detenido y reconoció que sostenía el arma cuando pasaba el vehículo Waymo para asustar al conductor.
Días después, un piloto de pruebas de Waymo tuvo que llamar a la Policía porque un hombre le bloqueaba la ruta para continuar su camino. “Dijo que estaba enfermo y cansado de los vehículos Waymo que conducían en su vecindario, y aparentemente pensó que la mejor idea para resolver esto era pararse frente a uno de estos vehículos”, escribió el agente Richard Rimbach en su informe.
Todo se complicó después de que en marzo pasado un Volvo XC90 de la empresa Uber, que estaba en modo autónomo, atropellase y matase a un peatón en Tempe, otro de los suburbios de Phoenix, cuando éste cruzaba la carretera de noche por un lugar no autorizado para hacerlo.
Este suceso llevó al gobernador de Arizona, Doug Ducey, a suspender las operaciones de los vehículos autónomos de Uber, que decidió detener sus pruebas en todo el país, aunque las ha retomado recientemente.
Estas camionetas automáticas usan radares y cámaras para navegar, por lo que capturan imágenes de todas las interacciones, que generalmente son lo suficientemente claras para identificar a las personas y leer las matrículas.
Por ello, la Policía pidió a Waymo que los conductores les contacten cuando se vean amenazados, aunque la compañía parece minimizar la interacción de los oficiales.
Después de un incidente en septiembre de 2017, cuando un hombre arrojó piedras a dos de sus vehículos camionetas, la firma californiana optó por no comunicarse inmediatamente con la Policía, y en algunos de sus informes, los oficiales aseguran que Waymo a menudo no está dispuesta a proporcionar el video de los ataques.
Según los informes policiales, los conductores de pruebas de Waymo rara vez presentan cargos y los arrestos son raros. El caso de Haselton, quien fue acusado de asalto agravado y conducta desordenada por amenazar con un arma al conductor, fue una excepción.
A este ataque se suma el de un residente que utilizó un objeto punzante contra los neumáticos de una camioneta Waymo en octubre pasado.
Chandler fue elegida por Waymo para probar sus camionetas en 2016, por lo que la ciudad tuvo una visión temprana de las inquietudes de los residentes sobre el aumento de la inteligencia artificial, y los funcionarios municipales escucharon quejas desde seguridad hasta posibles pérdidas de empleo.
Pero desde que se iniciaron las pruebas, los informes de la Policía han reportado a personas arrojando piedras a las furgonetas, mientras que otros han intentado en repetidas ocasiones que los vehículos se vayan de sus calles.
En una ocasión, una mujer exigió a gritos al conductor de pruebas que el vehículo saliera de su vecindario y en otra un hombre se detuvo junto a un vehículo Waymo y amenazó al empleado que iba en su interior con un tubo de policloruro de vinilo (PVC).
Ante lo sucedido, la compañía explicó que sus conductores están capacitados para enfrentar estas situación y Alexis Georgeson, portavoz de Waymo, dijo a medios locales que los ataques han afectado a solo una pequeña fracción de sus vehículos.