Mike Fanone (derecha) recibe el apoyo del sargento de la policía del Capitolio, Aquilino Gonell, a la salida del juicio.KEVIN LAMARQUE (REUTERS)
Kyle Young, un instalador de aires acondicionados de Iowa de 38 años, acudió a Washington el 6 de enero del 2021 a la llamada de Donald Trump. Reclutó a algunos amigos en Facebook y hasta se llevó a uno de sus cuatro hijos, de 16 años, al viaje. Cuando terminó el mitin del aún presidente de Estados Unidos al que, junto a miles de simpatizantes, había sido convocado para “detener el robo electoral”, marchó hacia el Capitolio. Usó una luz estroboscópica para desorientar a los policías que guardaban el edificio donde se estaba certificando el triunfo electoral legítimo de Joe Biden, colaboró en arrojar un enorme altavoz contra los agentes y retuvo a uno de ellos, Michael Fanone, mientras otro insurrecto, Danny Rodriguez, cuyo juicio está previsto para 2023, le aplicaba descargas eléctricas que casi lo matan con un aparato facilitado por Young. Este martes, este ha sido condenado a siete años y dos meses de cárcel por aquellos hechos.
Young se había declarado culpable de sendos delitos graves de agresión, resistencia y obstrucción a los cuerpos de seguridad encargados de defender el Capitolio de la turba. Su abogado lo excusó diciendo que le habían “inyectado mentiras” sobre el supuesto fraude demócrata en las elecciones presidenciales de 2020, mentiras de las que Trump y sus seguidores aún no se han apeado.
El policía agredido, Michael Fanone, es uno de los rostros más conocidos entre las víctimas del 6 de enero. Tras dos décadas de servicio en la policía de Washington, a punto estuvo de perder la vida un día en el que la ciudad esperaba asistir a un pacífico trámite democrático: la asunción de la derrota del presidente saliente y el reconocimiento en el Congreso de la victoria del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Más de 140 de sus compañeros acabaron la jornada heridos. Cuatro se suicidaron en los días posteriores al ataque, según las autoridades, por las secuelas de haber vivido esas horas. Fanone sufrió un infarto y un traumatismo craneoencefálico, y le diagnosticaron un trastorno de estrés postraumático.
En los videos presentados como pruebas, se ve a Fanone en el túnel de acceso al Capitolio por su cara Oeste, perdido en mitad de la multitud violenta. También, cómo Young le agarra de la muñeca para impedirle que coja su arma, mientras Rodríguez lo electrocuta en repetidas ocasiones y se escuchan gritos de: “¡Matadlo con su propia pistola!”.
La víctima firmó este lunes un artículo de opinión en la web de la CNN, donde, desde el 6 de enero, ejerce como colaborador en asuntos de “cumplimiento de la ley”. “Estaré allí [cuando se dicte sentencia contra Young] para mirarlo a los ojos y buscar justicia”, escribió Fanone. Y eso es exactamente lo que ha hecho este martes. Cuando le ha tocado su turno de palabra en el juicio, celebrado en el tribunal del Distrito de Columbia, le ha deseado al acusado que sufra en la cárcel. Uno de los asistentes, simpatizante de los atacantes al Capitolio, ha llamado entonces al policía “pedazo de mierda”, según los testigos.
Este martes también ha sido hallado culpable en Washington otro de los implicados en el 6 de enero, John Strand, de los cinco cargos de los que se le acusaba. Strand ahora aguarda sentencia, por la que le podrían caer hasta 24 años de cárcel.
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SuscríbeteJuicio por sedición
La pena potencial es tan severa (de momento, el que peor parte se ha llevado ha sido este mes de septiembre un expolicía: condenado a 10 años) porque no quiso aceptar un acuerdo con la fiscalía. Decidió luchar por su inocencia, pese a que el 6 de enero escribió el siguiente mensaje: “ASALTAMOS EL CAPITOLIO [sic], es una locura”. De profesión modelo y teórico de las conspiraciones sobre la pandemia, Strand emplea sus redes sociales para denunciar su persecución, una lucha de David (él) contra Goliat (el Departamento de Justicia), y hasta creó una web, que cuesta creer que no sea una parodia, para recaudar dinero, en la que se lo ve en poses fashion con la turba y el Capitolio detrás, acompañadas de mensajes como “From Gucci to Guilty” (de Gucci a culpable).
Stewart Rhodes, en una entrevista con el comité del Congreso de Estados Unidos que investiga el 6 de enero.Andrew Harnik (AP)
La otra noticia en el frente de la insurrección en la capital de Estados Unidos, ha sido el inicio del juicio por sedición a Stewart Rhodes, líder de la milicia de extrema derecha Oath Keepers, y cuatro de sus compinches. La fiscalía tratará de convencer al jurado, cuya composición ha ocupado este martes la primera jornada del proceso, de que estos instigaron el 6 de enero a un “conflicto armado” para lograr que Trump permaneciera en el poder.
Se prevé que el juicio se prolongue durante cinco semanas, durante las que se escuchará a 40 testigos y se pondrán a disposición del jurado 800 declaraciones de los acusados, así como decenas dede miles de mensajes, cientos de horas de grabaciones y llamadas telefónicas y registros financieros. Tres miembros de Oath Keepers se han declarado culpables, y están colaborando con la justicia.
Rhodes y el resto de los acusados, Kelly Meggs, Thomas Caldwell, Jessica Watkins y Kenneth Harrelson, son las primeras personas en más de 10 años acusadas por un delito federal de conspiración sediciosa, en virtud de un ley que se remonta a los tiempos de la Guerra Civil. Acarrea hasta 20 años de cárcel.
El comité del Congreso que investiga el 6 de enero aplaza su novena sesión
Michael Fanone ha sido una presencia constante en las audiencias que se celebran desde el pasado mes de junio en el Congreso para esclarecer los hechos del 6 de enero. Al término de cada una de ellas, se ha tomado su tiempo para hablar con la prensa que las cubre y analizar las revelaciones que iban saliendo. A una de ellas, acudió acompañado por el actor Sean Penn.
La novena de esas sesiones, que no estaba claro aún que fuera a ser la última, se iba a celebrar este miércoles en Washington. Finalmente, la convocatoria se aplazó sine die a primera hora de la tarde del martes.
El comité emitió un comunicado, firmado por su presidente, Bennie G. Thompson, demócrata de Misisipi, y por su vicepresidenta Liz Cheney, republicana de Wyoming: “A la luz del huracán Ian que azota partes de Florida, hemos decidido posponer los procedimientos de mañana. Estamos orando por la seguridad de todos aquellos que están en el camino de la tormenta. La investigación sigue adelante y pronto anunciaremos una fecha para los procedimientos pospuestos”. Se da la circunstancia de que la demócrata Stephanie Murphy, una de sus nueve miembros, siete demócratas y dos republicanos, es representante por el Estado de Florida, adonde ha viajado este martes.
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