HOUSTON, Texas – Rabia, esa fue la palabra que utilizó el Jefe del Departamento de Policía de Pasadena, en Texas, para describir su sentimiento frente a la confesión de un hombre hispano que dijo haber matado a su esposa embarazada al darle 20 puñaladas, la mayoría de ellas en el estómago.
La supuesta razón: Alex Guajardo había salido de la cárcel cuatro días antes bajo libertad condicional tras ser acusado de haber golpeado a la mujer.
Un mes antes había sido arrestado por conducir en estado de ebriedad. Era la segunda vez que eso ocurría en menos de dos años.
Paul Bregger, el jefe de policía de esta ciudad ubicada al este del área metropolitana de Houston, fue enfático en su molestia.
“En mi opinión, esa decisión de otorgar libertad condicional es responsable, en parte, de la muerte de Caitlynne Guajardo”, dijo.
El acusado pagó una fianza $500 para quedar en libertad.
La mujer, quien había interpuesto una orden de restricción en contra de su esposo, tenía cuatro meses de embarazo y además tenía un pequeño de ocho meses.
El hombre, de 22 años, llamó a la policía a confesar lo ocurrido.
Al arribo de las autoridades, la mujer presentaba la mayoría de las puñaladas en su abdomen y una más la garganta.
De acuerdo con Bregger, Alex Guajardo confesó que apuñaló a su esposa en el estómago -con quien venía afrontando problemas maritales- porque “no quería que otro hombre criara a su bebé”.
Ahora Guajardo enfrenta cargos de homicidio agravado que lo pueden llevar a ser condenado a muerte.
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