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“Confío en que daré un gran nivel”


José Picón (Santander, 13 de mayo de 1988) ha pasado una temporada complicada en el Barakaldo. El polivalente jugador (puede actuar como lateral derecho o central) sufrió una lesión en un hombro a las primeras de cambio en el curso. Y, a principios de octubre, le llegó una doble rotura del menisco, interno y externo, de su rodilla izquierda. Dique seco. Atacado por no poder ayudar al equipo en una campaña difícil. Cedió su ficha y el club gualdinegro le renovó en febrero por un año más. Ahora, destaca sus enormes ganas por volver, confiando en que vivirá un buen ejercicio 2020-21 en el verde.



En conversación con MD, Picón explica que “ya estoy totalmente recuperado, la mejor medicina ha sido el tiempo, dentro de lo malo y lo negativo que ha habido. Me he recuperado bien, estoy en plenas facultades, con ganas de empezar pronto y tocar balón, que es lo que todos queremos”. Cumplió 32 años en mayo y resalta que “me encuentro muy bien, ha sido una temporada convulsa, pero estoy con mucha fuerza. Mentalmente estoy muy bien y con total confianza en que voy a dar un gran nivel esta temporada y mucha guerra por los campos”.

El zaguero deja atrás una temporada de esas que se pueden llamar ‘cruzadas’. “Fue bastante frustrante. En la primera jornada me lesioné del hombro, tuve que estar varias jornadas fuera del once. Y cuando ya me había recuperado y estaba volviendo a la normalidad, sufrí otra entrada en la que me rompieron los meniscos y tuve que pasar por el quirófano. Intenté evitarlo por todos los medios, pero no pudo ser, lo que conllevó estar prácticamente fuera toda la temporada. Porque luego ya vino el coronavirus y adiós”, recuerda.

Al menos, la entidad fabril le amplió el contrato en febrero por un año más. “La verdad es que agradezco la confianza mostrada desde el club desde que llegué, también de la nueva directiva. Espero devolvérselo en el campo como me gustaría, espero que con el ascenso el año que viene”, comenta Picón.

El defensa del Barakaldo llevó mal no poder aportar su granito de arena ante la adversidad. “Así es, no lográbamos encadenar resultados, ni nos encontrábamos a nosotros mismos en el juego, ni nada… Estar fuera lo hace todavía más complicado, no puedes ayudar como quieres y, para un jugador como yo, que estoy que me subo por las paredes…”, apunta.

Cuando se aborda el tema de las razones por la que el Barakaldo ha vivido una campaña con esas dificultades, finalizando en la decimocuarta plaza cuando se cortó la Liga por la crisis del la Covid-19, el cántabro indica que “ha sido complicada desde el principio. La pretemporada no fue lo buena que esperábamos y, a pesar de ello, empezamos bien. Aunque no fuimos capaces de mantener el nivel en el resto de partidos. Eso nos pasó factura. No fuimos constantes con los resultados o con el juego. Tener tantos picos, esos altos y bajos, te hace tener una inestabilidad que no es buena”.

Página pasada. No queda otra. Es momento de afrontar una nueva etapa con Aitor Larrazabal otra vez en el banquillo fabril. “Hemos mantenido reuniones, nos ha comentado lo que espera de nosotros deportivamente. Ya nos conocemos, él sabe lo que podemos aportar. El objetivo es claro el año que viene, mínimo la Liga Pro. Iremos partido a partido, a quedar lo más arriba posible, pero el objetivo es colarse en esa nueva liga, que tiene muy buena pinta y esperamos salir beneficiados”, adelanta un ilusionado Picón.

Y todo eso, con una ‘economía de guerra’, tal como está el club, con la Ley Concursal y la multa de la Seguridad Social. “El Barakaldo es un club grande históricamente, no se merece menos que luchar por esos objetivos. Hay que ser siempre ambiciosos. Pasará apuros o no tendrá el presupuesto de otros, pero es un club muy atractivo para el jugador. Hay que venir y dar el máximo para conseguir el objetivo que todos tenemos entre ceja y ceja”, subraya.

En el Barakaldo se han producido bajas de hombres con peso en el vestuario, capitanes. Jugadores como Sergio García o Txabi Galán. “La verdad es que su salida es una pena. Eran muy buenos compañeros, para mí son amigos, gente importante para el Barakaldo. Hemos pasado juntos tres años muy buenos. Pero esto es fútbol, hay que acatar las decisiones que se toman”, manifiesta Picón.

Le tocará ahora tirar más del carro con otros, como por ejemplo, Carles Marc. “Asumo esa responsabilidad con mucho orgullo y ganas de poder estar a la altura de los capitanes”, dice.



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