Fuerzas federales capturaron a Carlos “N”, identificado como jefe regional del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Puerto Vallarta.
El operativo se realizó en coordinación entre Secretaría de la Defensa Nacional, Fiscalía General de la República y Guardia Nacional como una serie de acciones que arrancaron el 10 de enero para debilitar a este grupo delincuencial.
La captura se realizó el pasado jueves 20 de enero luego de acciones de inteligencia y el despliegue de fuerzas federales.
El Ejército informó que el sujeto fue detenido en una vivienda, “en cumplimiento a un mandamiento judicial”, donde aseguraron 1 kilogramo de metanfetamina, 2 mil 500 pastillas de posible fentanilo, un arma larga calibre 5.56 mm., con aditamento lanzagranadas calibre 40 mm, tres cargadores y un vehículo.
Para el gobierno federal se “considera un golpe significativo a la estructura de la delincuencia organizada en el estado de Jalisco”.
El ejército reportó que durante el operativo no se efectuó ningún disparo ni se registraron hechos violentos.
Más de 100 militares y personal de la Fiscalía General de la República (FGR), con apoyo de unidades y helicópteros, participaron en el operativo para su captura. En esta acción, se cumplimentaron también órdenes de cateo en el inmueble.
El sospechoso tenía a su cargo el abastecimiento de armas y vehículos para las células del CJNG en Puerto Vallarta y la zona centro del estado de Jalisco, informaron fuentes del gabinete de seguridad federales. En la operación, fueron asegurados un vehículo de lujo, armas y droga. “Don Carlos” fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada en la Ciudad de México.
De acuerdo con medios locales, las fuerzas militares se encuentran desplegadas en Jalisco, en alerta ante una posible reacción del CJNG.
Carlos “N”, alias “Don Carlos” es considerado uno de los operadores logísticos de “El Mencho”, por lo que su aprehensión implica un nuevo golpe para el cártel, uno de los más peligrosos del país, con presencia en varios estados. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo vigilaba desde hace meses y, con el apoyo del Centro Nacional de Inteligencia, lo ubicaron en Puerto Vallarta.
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