JERUSALÉN – La Kneset, el Parlamento israelí, ratificó este jueves el nuevo gobierno encabezado por el líder del partido derechista Likud, Benjamin Netanyahu, con sus socios ultraortodoxos y de la extrema derecha.
El poder ejecutivo más derechista de la historia de Israel quedó así conformado con el voto favorable de una mayoría de 63 diputados, de los seis partidos que integran la coalición, tres de ellos abiertamente racistas y supremacistas judíos.
Netanyahu, el mandatario que más tiempo ha permanecido en el cargo en la historia del Estado judío, comienza así su sexto mandato, tras pasar el último año y medio como líder de la oposición y mientras afronta un juicio por corrupción acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza.
“Juro como primer ministro mantener la lealtad al Estado de Israel y sus leyes, cumplir fielmente mis deberes como primer ministro y respetar las decisiones de la Knesset”, dijo Netanyahu, que juró su cargo seguido del resto de ministros de su Gabinete.
La sesión de este jueves en el Parlamento se extendió durante varias horas, durante las cuales cientos de manifestantes protestaron contra el nuevo gobierno y sus políticas.
Del total de miembros del poder ejecutivo, la mitad pertenece al Likud de Netanyahu, 11 al partido ultraortodoxo sefardí Shas, 7 al ultraortodoxo ashkenazí Judaísmo Unido por la Torá, 7 al ultraderechista Sionismo Religioso, 6 al ultraderechista Poder Judío y 1 al homófobo Noam.
El presidente Biden expresa que ser reconocido como amigo de Israel es de los mayores honores en su carrera.
Previo a la votación, además, se aprobó la designación de Amir Ohana como presidente del Parlamento, convirtiéndolo en el primer político abiertamente gay en ocupar el cargo.
Ohana es un importante miembro del Likud y ha ocupado en anteriores gobiernos el cargo de ministro de Justicia y de Seguridad Pública.
En la sesión parlamentaria previa a la votación, Netanyahu anunció también a los ministros del nuevo gobierno, incluyendo algunas figuras muy polémicas, con un total de 30 ministros, solo cinco serán mujeres, cuatro menos que en el gobierno anterior.
Entre las figuras más controvertidas del nuevo gabinete destacan el supremacista judío Itamar Ben Gvir como ministro de Seguridad Nacional; su socio Bezalel Smotrich como ministro adjunto en el Ministerio de Defensa, a cargo de las políticas en Cisjordania ocupada, además de ministro de Finanzas; y la homófoba Orit Struck como ministra de Misiones Nacionales.
Varias de las carteras más importantes serán ocupadas por miembros del partido de Netanyahu y leales a él; como Eli Cohen en Exteriores, Yoav Galant en Defensa, Israel Katz en Energía y Yariv Levin en Justicia.
Además, el ultraortodoxo Aryeh Deri fue designado como ministro de Interior y de Sanidad, tras la aprobación esta semana de una ley que autoriza su designación, a pesar de haber sido inhabilitado a principios de año tras ser condenado por fraude fiscal.
Esta y otras leyes e iniciativas del nuevo gobierno enmarcadas en una importante reforma judicial han hecho sonar las alarmas en Israel, con múltiples políticos, analistas, jueces y hasta diplomáticos alertando sobre una rápida y peligrosa erosión del sistema democrático.
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