La redacción del nuevo proyecto de la Ley del Deporte está llevando al fútbol español al borde del parón, en protesta por algunos aspectos del nuevo texto que LaLiga considera que pueden perjudicar seriamente los intereses de los clubs y poner en riesgo la supervivencia de la competición.
Estos son los tres grandes puntos de fricción:
1. Superliga y veto para LaLiga
El PP y el PSOE retiraron una enmienda que permitía a LaLiga no otorgar la licencia a los clubs que participaran en una competición fuera de la UEFA y sin el amparo de este organismo. Ahora, la patronal no tiene esta potestad, por lo que si algún club participara en una Superliga europea que no contara con el OK de la UEFA, este podría participar en LaLiga Santander sin traba alguna.
La patronal defiende la necesidad de tener esta opción de veto porque la Superliga supondría abrir un abismo económico entre sus participantes y el resto de equipos y por el perjuicio que supondría para LaLiga, que podría perder muchos patrocinadores en favor de la nueva competición europea.
2. La RFEF puede modificar la competición profesiona
El proyecto de la nueva Ley del Deporte abre la posibilidad de que la Federación realice cambios en las competiciones profesionales sin el informe vinculante de LaLiga, preceptivo a día de hoy. La RFEF podría introducir cambios en las competiciones profesionales pese a no contar con el visto bueno de los clubs.
3. Derechos comerciales y CVC
El proyecto rompe el ‘blindaje’ de la venta conjunta de los derechos comerciales de LaLiga, excepto los derechos audiovisuales de LaLiga Santander y de LaLiga SmartBank. Y otorga a la RFEF la venta de los derechos de las competiciones no profesionales.
A juicio de la patronal, esto crea una inseguridad jurídica que podría poner en riesgo el acuerdo con CVC, pese al aval que recibió dicho contrato por parte de la Abogacía del Estado. Además, consideran que este es un contrato al que los clubs se suman de manera voluntaria y que supone una importante fuente de ingresos.