Consejos para calentar un recinto para gatos al aire libre

Un recinto para gatos al aire libre es una forma económica de mantener segura a su mascota. El recinto para gatos se puede construir fácilmente utilizando algunas herramientas básicas del hogar y repuestos del garaje. El recinto para gatos también protege al animal de las condiciones climáticas externas. Sirve como refugio de la lluvia, la luz solar y los fuertes vientos. Sin embargo, durante los inviernos, el recinto para gatos al aire libre necesita un manejo cuidadoso. Aquí es cuando las temperaturas exteriores pueden bajar seriamente. Necesita calentar un recinto para gatos al aire libre de una manera segura y eficiente. A continuación se enumeran algunos consejos útiles para calentar un recinto para gatos al aire libre:

Consejo 1: asegúrese de mantener la temperatura adecuada

Debe entenderse que incluso las temperaturas ligeramente más altas de lo normal pueden causar un daño extremo al gato, ya que los gatos no tienen glándulas sudoríparas. Idealmente, el recinto para gatos al aire libre debe calentarse a una temperatura mínima de 35 grados F. La temperatura puede elevarse dependiendo de la severidad del invierno. Sin embargo, tan pronto como note signos mínimos de jadeo en el animal cuando esté sentado dentro del recinto, reduzca la temperatura. El rango de temperatura máxima debe establecerse entre 100 y 104 grados F.

Consejo 2

Use un techo corredizo para capturar el calor

Una de las formas más sencillas de mantener el recinto para gatos es utilizar un techo corredizo de plexiglás. Este tipo de techo permite que los rayos del sol entren en el recinto pero no permite que escape el calor solar. El techo es una opción segura en términos de resistencia estructural y tiene una vida útil muy larga. Este tipo de techo a menudo se conoce como techo corredizo. También puede utilizar el techo corredizo como una forma adicional o complementaria de calentar el recinto junto con una almohadilla térmica.

gato jugando con un juguete afuera

Consejo 3: ocúpese de los problemas de seguridad en la calefacción

Los gatos tienen la tendencia a masticar cables eléctricos y esto puede resultar fatal. Si está utilizando una almohadilla térmica eléctrica, asegúrese de que los cables de conexión estén ubicados fuera del recinto del gato y estén aislados. Incluso los cables incrustados en el piso del recinto o el suelo circundante no están a salvo de ser desenterrados por un gato. Incluso si el cableado está ubicado internamente, use un cable de extensión para exteriores para asegurarse de que los cables se estiren más allá del alcance del gato. En este sentido, la elección de un sistema de calefacción por suelo radiante seguro requiere una atención especial. Muchos de los fabricantes tienden a dejar los cables colgando justo debajo de la superficie artificial. Este es un peligro para la seguridad, ya que la superficie de vinilo es vulnerable a ser destrozada por un gato agresivo.

Consejo 4: use la almohadilla térmica con las precauciones básicas

No use en exceso las almohadillas térmicas incluso si tiene dos gatos dentro del mismo recinto. Idealmente, solo se debe instalar una almohadilla térmica por cada 17 a 20 pulgadas de área del piso. Utilice siempre un paño grueso para cubrir la almohadilla térmica. Esto garantiza la seguridad contra cualquier fluctuación de voltaje que pueda causar una descarga eléctrica. Es mejor invertir en una almohadilla eléctrica a prueba de agua. Esto garantiza la seguridad contra descargas eléctricas debido a derrames. La almohadilla debe cubrir solo la mitad del piso del recinto. Esto es vital, ya que es posible que el gato necesite usar el piso descubierto cuando necesite ventilar el exceso de calor.

Consejo 5: establecer protección para la calefacción basada en bombillas

Si está usando una bombilla incandescente para calentar el gabinete, asegúrese de que el artefacto de iluminación esté cubierto con un protector de metal. Esto ayuda a neutralizar el resplandor y obstruye el acceso del gato a la fuente de luz.




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