El pasado miércoles se vivió un nuevo capítulo en el desencuentro cada vez más evidente entre el Real Madrid y su futbolista mejor pagado, Gareth Bale, aumentando todavía más una tensión que sigue sin rebajarse a la espera de que se resuelva el futuro del jugador.
El atacante galés, concentrado con su selección para la disputa de dos encuentros de la Nations League, tensó todavía más la cuerda al arremeter contra el Madrid en una entrevista concedida a Sky Sports en la que acusó directamente al club de impedir su salida el pasado verano.
“El Madrid está poniendo las cosas difíciles”, aseguró el jugador, pasando la pelota al tejado de la entidad blanca, que sigue buscando la manera de deshacerse de él antes de que finalice el mercado de fichajes exactamente dentro de un mes, el 4 de octubre.
Partida de cartas
Desde la zona noble del Bernabéu se interpretan las declaraciones de Bale como un movimiento más en la partida de cartas que están disputando el jugador y club con ese 4 de octubre como fecha límite para saber quién es el ganador.
Tanto Bale como el Madrid (que no ha respondido de manera oficial a las declaraciones de su futbolista) saben que, de no mediar una salida este verano, el jugador se pasará toda la próxima temporada en la grada, escenario donde se le vio dando la nota mientras sus compañeros se batían el cobre para intentar ganar LaLiga. El galés, mientras tanto, espera acontecimientos porque sabe que es al Madrid a quien le toca mover ficha. “Tengo un contrato y lo que puedo hacer es seguir con lo que estoy haciendo y ver qué sucede. Todo esta en manos del club”, deslizó.
Este último episodio se suma a la larga lista de agravios que le ha dedicado Bale al Madrid desde 2018, cuando su relación con Zinedine Zidane se truncó definitivamente. El pasado 21 de noviembre, el Expreso de Cardiff, que se siente “feliz” cuando acude a la llamada de su país, celebró la clasificación de Gales a la próxima Eurocopa con una bandera que rezaba: “Gales. Golf. Madrid. En este orden”, donde se mofaba del club blanco mediante unas prioridades que el jugador, lejos de desmentir, sigue alimentando.
Volvió a jugar 71 después.
“Aquí me siento valorado y motivado para jugar, lo que se diga en Madrid no me afecta, ya tengo experiencia lidiando con eso”, indicó hace dos días. Ayer, Gareth Bale volvió a sentirse futbolista 71 días después de jugar sus últimos minutos ante el Mallorca. El Expreso de Cardiff fue sustituido al descanso en un cambio que estaba pactado. “Estaba planeado que saliera en el descanso. Él no ha tenido nada de fútbol. Iba a jugar 45 minutos”, dijo Ryan Giggs
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