Tras la derrota frente al Betis hubo cierta sensación de desánimo entre algunas personas con respecto a la actuación de
Sancet
. Igual alguien se pensaba que iba a rendir en Primera como lo ha hecho en Segunda B desde el primer minuto. Como si las categorías en el fútbol no tuvieran su razón de ser. Paciencia porque condiciones tiene de sobra. Sin contar que su físico también irá evolucionando. Que solo tiene 19 años.
Una sensación que está ligada al deseo de inmediatez que lo mueve todo en esta sociedad. Las cosas se quieren para ayer. Lo de esperar ha pasado a mejor vida. El duelo de Sevilla se jugó a una velocidad que Sancet aún no conoce y para ir adaptándose necesitará minutos en la elite.
Con
Muniain
todavía fuera de combate y con
Raúl García
de nuevo en la delantera, no hay motivo para variar el plan para recibir al Eibar. Que jueguen Sancet y diez más. De hecho, apostaría por repetir el equipo que se impuso al Granada. El Athletic se ha ganado el derecho a que la derrota en el Villamarín, con el despropósito que fue la primera media hora incluido, sea considerada como un simple accidente.
Una cita ante los armeros especialmente importante. Primero para quitarse el mal sabor de boca de lo sucedido ante el Betis. Pero sobre todo para engordar el casillero porque los leones visitan luego el Bernabéu y el Pizjuán de forma consecutiva.
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