El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de Naciones Unidas, Martin Griffiths, estimó este domingo que la situación en Gaza ha alcanzado prácticamente un punto límite tras la serie de ultimátum que el Ejército israelí ha dado a la población del norte para que bajen a la zona meridional en medio de un bloqueo total de ayuda y bienes de primera necesidad
“El espectro de la muerte planea sobre Gaza”, dijo Griffiths en su cuenta de X, antes Twitter. “Sin agua, sin energía, sin comida y sin medicinas, miles de personas van a morir en Gaza. Clara y simplemente”.
En las últimas horas el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró que Israel le ha dado garantías de la reanudación del suministro de agua potable al sur de la Franja pero de momento no se ha podido verificar desde el enclave. Mientras, toneladas de ayuda humanitaria se acumulan en el bloqueado paso de Rafá en Egipto a la espera de entrar en Gaza.
Previamente, y en entrevista con la CNN, el portavoz militar israelí, el coronel Peter Lerner, ha rechazado categóricamente que sus ultimátums supongan una violación del derecho Internacional. Es más, el portavoz ha asegurado que estas órdenes son, en realidad, una medida “humanitaria”.
“Toda esta idea de evacuar a la gente hacia el sur es parte de nuestros medios humanitarios, para que podamos seguir luchando y atacando a Hamás y evitar que alguna vez puedan atacar nuestras casas y masacrar a nuestros bebés”, ha asegurado Lerner.
“Por ello estamos presionando a la gente para que vaya al sur, porque allí existen las condiciones para estar relativamente más seguros desde el corazón del centro del terrorismo”, añadió.
Por último, el portavoz se dirigió a las agencias de Naciones Unidas y otros organismos internacionales para que “faciliten el desplazamiento de personas”. “Yo les diría eso: no os pongáis del lado de Hamás y empecéis a decir ‘Quedáos’ o ‘Esto es imposible”, zanjó.
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, avisó este sábado que los más de dos millones de habitantes de la Franja de Gaza se encuentran en una situación de “vida o muerte” por la falta de agua en el enclave, escenario desde hace una semana de un contraataque israelí en respuesta a la ofensiva del pasado sábado lanzada por Hamás.
La agencia recuerda que hace una semana que Israel no permite la entrada de suministros humanitarios en Gaza, donde la planta de agua y sus redes de distribución han dejado de funcionar, por lo que la población se ve obligada a utilizar agua sucia de pozos, con el consiguiente riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Gaza también sufre un apagón eléctrico desde el 11 de octubre, que también afecta al suministro de agua.
Por ello, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, llamó al suministro inmediato de combustible en la Franja para que sus habitantes puedan beber. “Se ha convertido en una cuestión de vida o muerte. Es una necesidad”, ha declarado Lazzarini en un comunicado.
(Con información de Europa Press)
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