El director deportivo del Real Zaragoza, Juan Carlos Cordero, ha señalado con respecto al mercado de invierno que finalizó este pasado martes que se habían realizado menos movimientos de los que le hubieran gustado.
Cordero ha explicado que el principal problema había sido que el equipo tenía cubiertas las 25 fichas que permite la reglamentación y que para poder realizar contrataciones había que dar salidas, algo que había sido complicado porque aunque se había intentado con varios jugadores solo habían podido libertar la fichas de Lasure y Petrovic.
“Ha habido varias posibilidades pero los jugadores tienen su derecho a quedarse. Las ofertas que han tenido no les han gustado, han preferido seguir y eso nos ha generado un contratiempo. Hemos buscado equipos donde pudieran recalar pero si no se quieren ir no se puede hacer nada”, ha lamentado.
Por ello, considera “una realidad” que el mercado se ha quedado “corto” para el Real Zaragoza. “Toda plantilla se puede mejorar pero con licencias ocupadas es complicado”, ha destacado.
Cordero ha desvelado que, además, el mercado había sido “complicado” porque los clubes “no sacaban jugadores hasta la última semana”.
“Hemos trabajado con varias opciones y hemos hecho las operaciones que estaban abiertas y en las que el jugador estaba a favor”, ha añadido.
Por su parte el director general del club, Raúl Sanllehí, cree que con las incorporaciones de Tomás Alarcón y de Bebé el equipo es “más competitivo” y que son jugadores de “rendimiento inmediato”.
Sanllehí ha reconocido que el club no se encuentra en la clasificación donde se desea porque se habían hecho mal “bastantes cosas” y que no se escondía de sus errores.
“Apostamos por un proyecto que no funcionó. Hicimos el cambio de entrenador y de director deportivo para provocar esa reacción. Creemos que estamos en una posición más fuerte ahora y que hemos subido un peldaño en competitividad y noto la convicción y el espíritu en el cuerpo técnico que me hace pensar que mejoraremos esa posición en las próximas jornadas”, ha asegurado.
El dirigente zaragocista ha indicado que “por esfuerzo, ilusión y ganas de hacer las cosas bien no quedará”.
También ha reconocido que los diez años que lleva el club en Segunda división suponen “un desgaste” en todos los ámbitos pero que también existen “muchas ganas” de cambiar la situación y que al final se trata de poner en la balanza las dos cosas.
“Ese desgaste es general. Sabemos del tamaño de la afición y contamos con todos. Por el lado del club tenemos toda la ilusión, muchas ganas de revertir la posición y de mirar hacia arriba pero hay que hacerlo juntos”, ha subrayado.