Las relaciones entre las dos Coreas están en su peor momento desde que Moon asumió el cargo en 2017 con la promesa de poner fin a décadas de confrontación.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, se enfrenta a la mayor crisis a la fecha en su intento de fomentar la reconciliación con el Norte, debiendo lidiar con la destrucción de la oficina conjunta y la anulación de acuerdos, sin muchas opciones que permitan a Seúl salir de la encrucijada actual.
Las relaciones entre las dos Coreas están en su peor momento desde que Moon asumió el cargo en 2017 con la promesa de poner fin a décadas de confrontación y ejercer de mediador para animar a Corea del Norte a abandonar sus programas nucleares y de misiles.
Sin embargo, ante la postura de su aliado Washington, que no parece dispuesto a bajar la presión sobre Pyonyang a pesar de los esfuerzos de Donald Trump para cortejar a Kim Jong Un, Moon se ha visto atrapado entre las crecientes amenazas de su vecina por un lado y por las inquebrantables sanciones internacionales contra el régimen comunista por el otro.
Ante el mantenimiento de las sanciones, Corea del Norte ha ridiculizado de manera insistente los llamamientos de Moon para alcanzar un acuerdo entre las dos Coreas, calificándolos de absurdos.
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Inicialmente, Moon trató de que sus enviados calmasen sin hacer ruido las crecientes tensiones de esta semana, pero Pyonyang lo rechazó públicamente, provocando críticas de Seúl.
Corea del Sur tiene que encontrar ahora la manera de avanzar con Corea del Norte dentro de los límites de las sanciones, según Jenny Town, especialista en Corea del organismo de investigación Stimson Center, con sede en Washington.
“(Seúl) no puede volver con más peticiones para hablar de planes a largo plazo o de objetivos ambiciosos, sino que debe encontrar medidas que sean prácticas y que no requieran de la cooperación internacional para su consecución”, dijo Town.
Corea del Norte expresó su indignación esta semana, volando por los aires la oficina de enlace conjunta en su lado de la frontera, declarando el fin del diálogo y amenazando con acciones militares, dando al traste con los progresos que Moon logró en las conversaciones de paz con Kim en 2018.
(Rts)