Corinna Larsen inyectó nueve millones a una de sus sociedades en las Islas Vírgenes Británicas

Corinna Larsen en 2005.
Corinna Larsen en 2005.Cordon Press

En marzo de 2018, ocho meses antes de comparecer como imputada en Ginebra ante el fiscal suizo Yves Bertossa por un presunto delito de blanqueo agravado de capitales, Corinna Larsen, examiga de Juan Carlos I, inyectó 10,9 millones de dolares (9.381.367 euros) a una sociedad instrumental de su propiedad en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas.

Los documentos donde se reflejan la existencia de esta sociedad y sus movimientos forman parte de los Papeles de Pandora, un trabajo de investigación en colaboración con varios medios internacionales, entre ellos EL PAÍS y La Sexta, que coordina el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Más de 600 periodistas de 117 países han analizado durante dos años los 11,9 millones de archivos de 14 despachos de abogados especializados en crear sociedades off shore en paraísos fiscales.

Las Islas Vírgenes Británicas, donde Larsen ocultaba esta sociedad, son un territorio británico de ultramar localizado en el mar Caribe, a unas 60 millas al este de Puerto Rico. El archipiélago lo conforman unas 40 islas; en la principal de ellas, Tórtola, se ubica la capital, Road Town, de unos 30.000 habitantes. La ciudad está considerada como uno de los centros off shore más activos del planeta y otros paraísos fiscales se han inspirado en sus leyes para calcarlas a su medida.

Documentación de la sociedad de Corinna Larsen en Islas Vírgenes Británicas durante su constitución en 2011
Documentación de la sociedad de Corinna Larsen en Islas Vírgenes Británicas durante su constitución en 2011

Larsen Riverhouse Partners, la sociedad instrumental de Corinna se empleó, según asegura esta, para la compra de un lujoso apartamento a finales de 2011 en Eaton Square, la zona más exclusiva y elitista de la capital británica. “La compré por cinco millones de libras (5.930.516 euros) pero necesitaba de importantes trabajos de renovación. Estos trabajos costaron aproximadamente cuatro millones ( 4.744.412 euros)”, afirmó la consultora alemana al fiscal suizo Yves Bertossa en su interrogatorio del 19 de diciembre de 2018.

Según el testimonio de Larsen ante Bertossa, los fondos empleados para la compra de esta mansión provenían de Gulf Development (GDI), otra de sus sociedades instrumentales radicada en las Islas Caimán, otro vidrioso paraíso fiscal, según reflejan los Papeles de Pandora. “Es cierto que Juan Carlos I participó en la financiación para la adquisición de esta casa por encima de 1.5 millones de libras (1.779.072 euros). Se trataba de una donación de su parte a mi favor. Para adquirir esta casa no fue necesaria la autorización de Juan Carlos I”, respondió.

Lo cierto es que el entonces jefe de Estado español transfirió desde la cuenta de su fundación Lucum en el banco ginebrino Mirabaud & Cie 1.596.000 libras (1.892.932 euros) a la cuenta de Riverhouse Partners entre el 27 de octubre de 2011 y el 24 o el 25 de enero de 2012. Estos pagos aparecen reflejados en los principales movimientos de la cuenta suiza de Juan Carlos I desvelados por este diario el 22 de marzo de 2020. En aquellos años, el rey emérito y Larsen estaban unidos sentimentalmente.

Registro en Islas Vírgenes Británicas de la sociedad de Corinna Larsen
Registro en Islas Vírgenes Británicas de la sociedad de Corinna Larsen

Bertossa ha investigado si esta casa en Eaton Square en Londres, en realidad pertenecía al rey emérito porque, además de estas “donaciones” millonarias a su pareja sentimental, esta última escribió en aquellas mismas fechas un correo electrónico a Arturo Fasana, el gestor de la cuenta de Juan Carlos I, en la que le explicaba que el rey emérito le había autorizado a hacer una oferta millonaria para la compra de una mansión en Londres.

Larsen explicaba en un correo, el 22 de agosto de 2011, al hombre que manejaba en la sombra la fortuna oculta de Juan Carlos I: “Hemos encontrado un bonito apartamento [Larsen y la agencia inmobiliaria Knight Frank]… a 50 metros de Eaton Square, buen tamaño, aunque más pequeño que Villars [los dos apartamentos en la estación suiza para los que Juan Carlos I también le dio millonarios “préstamos”]… 252 metros cuadrados, entrada privada, seguridad, jardín para residentes, patio de recreo para niños, bueno para Alexander [el hijo de Larsen]. A nuestro amigo [el rey] le gusta mucho esta opción porque la ubicación, la entrada, y en general, está completamente protegido de la vista de cualquier persona”. Y proseguía: “Me ha dado autorización para hacer una oferta… No quiere perder esta oportunidad porque es raro encontrar un apartamento con un nivel de discreción de una gran casa”, añadía el correo con el asunto “Propiedad”. El precio era de 5.350.000 libras (6.363.651 euros) más un 5% de impuestos.

Durante el interrogatorio del fiscal suizo a Larsen, Bertossa le mostró este mensaje y esta respondió así: “Este correo se refiere solo a otro inmueble, una propiedad en Upper Belgrave Street (el número 8), que yo quería inicialmente comprar. Los vendedores finalmente renunciaron a venderlo. Yo he sido siempre propietaria del apartamento de Eaton Square. Vivo allí con mi hijo cuando estoy en Londres, el resto del tiempo vivo en Mónaco, mi hijo estudia en Londres”.

La sociedad Riverhouse Partners empleada para comprar la casa de Eaton Square, donde actualmente reside la examiga del rey emérito, se inscribió en el registro de las Islas Vígenes Británicas el 26 de mayo de 2011, bajo la dirección del abogado ginebrino Maurice Turrettini y con la consultora alemana como propietaria de sus 50.000 acciones, valoradas en 50.000 dólares. El propósito de la sociedad, según señala textualmente la documentación, era “hold a bank account” (”tener una cuenta bancaria”, en inglés). Las gestiones para la inscripción y validación de la sociedad las llevó a cabo Trident Trust Company, domiciliada en el 146 de Road Town, en Tórtola.

Desde su creación hasta el 21 de marzo de 2018 Riverhouse Partners no registró ninguna modificación en su capital. Pero en esa fecha, Larsen firmó un documento de conversión de deuda en capital y la opaca sociedad de las Islas Vírgenes Británicas pasó de tener 50.000 acciones a 10.896.893 dólares a un dólar cada una. La examiga del rey emérito se convirtió en prestamista de su propia sociedad y le inyectó casi 11 millones de dólares (9.467.483 euros).

La sociedad Riverhouse Partners tenía abierta una cuenta en la banca privada Mirabaud & Cie, la misma entidad en la que Juan Carlos I recibió, el 8 de agosto de 2008, una transferencia de 100 millones de dólares (65 millones de euros al cambio de entonces) del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí. Larsen explicó al fiscal Bertossa que no recordaba si fue ella o Turrettini, al que define como su “abogado”, quien abrió la cuenta en el Mirabaud & Cie.

Cuatro años después, a petición del banco, el entonces jefe del Estado español canceló la cuenta de su fundación panameña Lucum y transfirió 64,8 millones a otra cuenta de la consultora alemana en el paraíso fiscal de Nassau (Bahamas).

Corinna Larsen no ha respondido a las preguntas remitidas por este diario.


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