La Coca-Cola es una de las bebidas más populares del mundo. Normalmente, la solemos comprar en lata, y cuando la almacenamos en la despensa, puede ocurrir que sin darnos cuenta alguna lata se quede atrás y nos olvidemos de ella. Cuando descubrimos que la Coca-Cola está ahí descubrimos que está caducada. ¿Podemos beberla o es peligroso para la salud?
Pues bien, la Coca-Cola es uno de los alimentos que se puede consumir una vez pasada la fecha de caducidad. Del mismo modo que ocurre con el resto de refrescos, lo más normal es que a los nueve meses tras la fecha de caducidad pierda el gas, pero no conlleva ningún tipo de riesgo para la salud. Ahora bien, el sabor no será el mismo que el de la Coca-Cola en perfectas condiciones. Los expertos señalan que es similar al de la Coca-Cola batida.
Por supuesto, no dura eternamente. Sólo se puede beber si han pasado entre seis y nueve meses desde la fecha de caducidad, siempre y cuando esté almacenada correctamente y no se haya abierto.
Con el paso del tiempo, lo primero que se echa a perder en cualquier refresco es el CO2. Teniendo esto en cuenta, no es peligroso para la salud beber una Coca-Cola caducada incluso si las burbujas empiezan a disminuir, o incluso desaparecen, pero el sabor es completamente plano.
Con lo que sí hay que tener cuidado es con los refrescos light por su alto contenido en edulcorantes artificiales. Los edulcorantes artificiales se empiezan a descomponer químicamente con el paso del tiempo, y cuando más tiempo pase desde la fecha de caducidad, el sabor empeorará.
Para poder beber una Coca-Cola hasta seis o nueve meses después de la fecha de caducidad, es requisito indispensable que se encuentre bien almacenada. Debe permanecer en un lugar oscuro y fresco, con una temperatura constante.
Alimentos que se pueden comer caducados
Además de los refrescos, hay otros muchos alimentos que se pueden consumir caducados:
- Frutos secos y patatas fritas: se conservan más tiempo del recomendado por el fabricante porque son muy ricos en sal. Con el paso del tiempo su sabor se vuelve más fuerte y rancio, pero no suponen un peligro para la salud.
- Yogures: los yogures se pueden comer hasta diez días después de la fecha de consumo preferente, aunque puede aumentar la acidez.
- Galletas: aunque se pueden reblandecer, las galletas se pueden consumir hasta varios meses después de la fecha de consumo preferente.
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