Ángel Correa recibió un mazazo en forma de positivo por coronavirus el domingo. Y el lunes el segundo, con la confirmación. El argentino no se subirá al avión que llevará al Atlético de Madrid a Liaboa este martes. Obviamente, tampoco jugar frente a Leipzig el jueves.
El futbolista colchonero se encuentra bien, sin síntomas, pero aislado en su domicilio, como marca el protocolo. Pasándolo mal, sobre todo mentalmente. Pero no renuncia a estar en Lisboa. Ni mucho menos, aunque se tienen que dar varios condicionantes.
El primero, que el Atlético derrote al Leipzig y pase a la semifinal de la Champions. Partido que disputaría el día 18 de agosto frente al vencedor de la eliminatoria entre el PSG y la Atalanta. Y segundo, que el coronavirus haya desaparecido de su organismo, es decir, que dé negativo en el test PCR. Algo en lo que el jugador tiene plena confianza. Se encuentra asintomático y cree que pronto toda esto será historia.
Por si se diesen estos dos supuesto, Correa se preparará a fondo en su casa por si Diego Simeone le necesitase para esa semifinal o, en el mejor de los casos, para una hipotética final, prevista para el domingo 23 de agosto. Pese a lo que está pasando, Angelito no renuncia a estar en Lisboa.
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