WASHINGTON – La Corte Suprema de Estados Unidos votó 5-4 este martes a favor de cerrar el polémico caso en el que la familia de un joven mexicano baleado por un agente fronterizo estadounidense pretendía demandar al oficial.
Los magistrados determinaron que la familia de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 15 años al momento de su muerte en 2010, no podrán exigir una indemnización por daños y perjuicios en tribunales estadounidenses.
El 7 de junio del 2010, el agente de la Patrulla Fronteriza Jesús Mesa Jr. baleó mortalmente a Hernández Güereca, quien se encontraba en Ciudad Juárez, lado mexicano de la frontera con El Paso, Texas.
La familia de Hernández Güereca dijo que el joven estaba jugando con sus amigos cuando murió baleado. El muchacho, según ellos, jugaba a correr por la alcantarilla del lado mexicano hasta el lado estadounidense para tocar una cerca.
El agente, Mesa, llegó en bicicleta y detuvo a una persona, mientras que las otras huyeron por la alcantarilla. A los instantes le disparó a Hernández Güereca mientras el niño corría, impactándolo en la cabeza.
Mesa y otros agentes que llegaron al lugar se fueron en sus bicicletas, sin atender al niño ni ofrecer asistencia médica, dijo la familia.
Andres Brender habla con una madre salvadoreña tras la trágica muerte de su hijo en la frontera.
El agente dijo luego que disparó su arma porque personas le estaban lanzaban piedras desde el lado mexicano de la frontera.
El Departamento de Justicia dijo que Mesa intentaba detener a “traficantes que intentaban cruzar ilegalmente la frontera” y disparó su arma cuando fue atacado con piedras. Mesa dijo que Sergio fue uno de los que lanzó piedras, según documentos oficiales. Videos del incidente parecen cuestionar ese punto.
Funcionarios estadounidenses decidieron no enjuiciar a Mesa y el gobierno del presidente Barack Obama rechazó una petición para extraditarlo y que fuera imputado en México. Cuando los padres del niño intentaron demandar a Mesa, jueces federales rechazaron sus denuncias.
La Patrulla Fronteriza cambió radicalmente el uso de sus políticas de fuerza después del incidente y luego de varias denuncias de uso excesivo de la fuerza. Hubo 15 instancias en que policías y agentes utilizaron armas de fuego durante el año fiscal 2018, comparado con el récord de 55 casos reportados en el año fiscal 2012.
Cuando la Corte Suprema escuchó el caso inicialmente, bajo el gobierno de Trump, al igual que cuando lo escuchó bajo su antecesor, argumentó que la ubicación de la muerte del adolescente, en México, debería llevar al cierre del caso. Dijeron que el derecho a interponer una demanda en los tribunales de EEUU “no debe extenderse a los extranjeros heridos en el extranjero”.
Los resultados de este caso afectan directamente el futuro de un caso similar en Nogales, Arizona, donde un agente fronterizo disparó unas 10 veces, lo que llevaría a la muerte de un menor de 16 años en México.