La Corte Suprema de Estados Unidos decidirá si la familia de un adolescente mexicano baleado por un agente fronterizo estadounidense puede exigir la indemnización por daños y perjuicios en tribunales estadounidenses.
Los jueces dijeron que escucharán argumentos en el otoño en un caso de Texas que involucró a un agente que disparó hacia el lado mexicano de la frontera matando a Sergio Adrián Hernández Güereca, un joven de 15 años.
El resultado también afectará a un segundo caso en Nogales, Arizona, donde un agente disparó unas 10 veces, lo que llevaría a la muerte de un menor de 16 años en México. El agente de la Patrulla Fronteriza en ese caso, Lonnie Swartz, fue absuelto dos veces de dispararle fatalmente a José Antonio Elena Rodríguez en octubre de 2012. Los fiscales dijeron el año pasado que no buscarían un tercer juicio. La familia del adolescente presentó una demanda por daños y los tribunales de primera instancia permitieron el avance de la demanda.
En el caso de Texas, que llegará al tribunal más alto del país, las cortes en Texas concluyeron lo opuesto y no escucharon los argumentos. Precisamente, no permitieron el reviso de lo que ocurrió en una alcantarilla de cemento que separa a El Paso, Texas y Ciudad Juárez, México, en 2010. Esto no se tendrá en cuenta en la decisión que tome la Corte Suprema.
La familia de Sergio Adrián Hernández Güereca dijo que estaba jugando con sus amigos cuando murió baleado. El joven, según ellos, jugaba a correr por la alcantarilla del lado mexicano hasta el lado estadounidense para tocar una cerca. El agente, Mesa, llegó en bicicleta y detuvo a una persona, mientras que las otras huyeron por la alcantarilla. A los instantes le disparó a Sergio mientras el niño corría, impactándolo en la cabeza. Mesa y otros agentes que llegaron al lugar se fueron en sus bicicletas, sin atender al niño ni ofrecer asistencia médica, dijo la familia.
El agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Jesus Mesa Jr., dice que disparó su arma porque personas le estaban lanzaban piedras desde el lado mexicano de la frontera.
La Corte Suprema escuchó los argumentos en el caso una vez antes, en febrero de 2017, cuando el tribunal aún estaba tenía un asiento vacante después de la muerte del juez Antonin Scalia y antes de la confirmación del juez Neil Gorsuch. Los ocho jueces enviaron el caso nuevamente a un tribunal inferior para procedimientos adicionales.
Cuando el tribunal escuchó el caso inicialmente, bajo el gobierno de Trump, al igual que cuando lo escuchó bajo su antecesor, argumentó que la ubicación de la muerte del adolescente, en México, debería llevar al cierre del caso. Dijeron que el derecho a interponer una demanda en los tribunales de Estados Unidos “no debe extenderse a los extranjeros heridos en el extranjero”.
El caso es Hernández v. Mesa, 17-1678.