El entrenador del Celta de Vigo, Eduardo ‘Chacho’ Coudet, asume que no podrá contar con el centrocampista Denis Suárez en el primer partido de Liga contra el Espanyol por su conflicto con los dirigentes del club, una situación en la que él, recordó, no tiene poder de decisión.
“Es una situación que desde la previa sabíamos que se podían dar estas circunstancias. Es un chico al que quiero mucho y está viviendo una situación diferente. Solo el club y él pueden resolverlo”, afirmó en su comparecencia ante los periodistas.
El técnico celeste tampoco comparte el deseo de la dirección deportiva de prescindir del extremo argentino Augusto Solari, al que le resta un año de contrato.
“Todos los jugadores con los que trabajo tienen las mismas posibilidades de jugar cada partido. No estoy pendiente ni al tanto de los supuestos y de lo que se dice”, puntualizó Coudet, valedor del fichaje de su compatriota en enero de 2011.
El argentino recordó que con él como entrenador se ha vendido al canterano “más caro” de la historia del Celta, en referencia al traspaso de Brais Méndez a la Real Sociedad.
“A ese jugador se le pitaba en Balaídos”, lanzó Coudet, antes de añadir que desde su llegada a Vigo no ha encontrado “ningún jugador que se haya ido y que haya dicho que era el mejor durante la semana y el técnico no lo ponía”.
“Aquí los minutos te los tienes que ganar. Trabajo en un gran grupo, de buenos chicos, pero después parece que el palo es para mí. Aún no he visto a nadie que yo no ponga y después vaya a un equipo de Primera División”, insistió.
Coudet negó que a lo largo del verano se planteara dimitir como entrenador del Celta por la falta de fichajes.
“Fuimos a EEUU con ocho fichas de profesionales. Allí agarré a los capitanes y dije: si llegan 20 jugadores buenísimo, si no llega nadie acá estoy con ustedes”, aclaró el técnico celeste en rueda de prensa.
Coudet, no obstante, reconoció que en el vestuario había “nerviosismo” por la falta de recambios para los cinco titulares –Dituro, Araujo, Brais Méndez, Denis Suárez y Santi Mina– que habían perdido, además de otros jugadores de recambio como Nolito o Galhardo.
“No es fácil arrancar una pretemporada con 12 jugadores y varios chicos del filial. Cuando vi cierto nerviosismo tuve que agarrarlos y decirles que todos estábamos comprometidos. Por suerte, al final llegaron refuerzos”, indicó.
El entrenador del Celta, que cumple su segunda campaña de inicio en Balaídos, siente que sus jugadores “se tiran de cabeza” por él, por eso tenía claro que no podía abandonar el club.