Thibaut Courtois aterrizó en el Santiago Bernabéu con la vitola de mejor portero del Mundial de Rusia después de que el Madrid desembolsara 36 millones de euros por el guardameta del Chelsea, de 26 años. En un fichaje estratégico promovido por la zona noble de Chamartín, la idea del club era traer al belga para hacer sombra a Keylor Navas, el portero de las tres Champions seguidas.
Sin embargo, y a pesar de estar protegido desde las altas esferas, a Courtois le costó más de la cuenta hacerse dueño de la portería del Bernabéu. Tanto Lopetegui como Solari (este último en menor medida) optaron por rotar a ambos cancerberos en la que fue la peor temporada de los últimos lustros en el Real Madrid.
La marcha de Keylor Navas al PSG allanó el camino de Courtois a la titularidad indiscutible pero puso al guardameta en el centro de la diana de las críticas al flojo rendimiento defensivo del equipo de Zidane. De un tiempo esta parte, el portero belga ha empezado a rendir a la altura de las expectativas con las que llegó y cada vez se parece más al guardameta dominante que brilló en el Atlético de
Madrid y en el Chelsea.
Desde que encajó el último tanto en la derrota contra el Mallorca, Courtois ha sellado a cal y canto su portería y suma 5 partidos consecutivos sin encajar. En total, 533 minutos y el récord de imbatibilidad de Navas a tiro (534).
“Nunca he perdido la tranquilidad, yo sé lo que valgo. De un portero de mi nivel siempre ese espera que pare algo más, pero yo me sentía bien y tarde o temprano, sale el sol siempre y yo nunca he perdido la confianza”, aseveró Courtois tras el partido en Ipurúa, donde solo tuvo que realizar una parada para dejar, por quinta vez, la portería a 0.
Source link