Crear rituales de trabajo remoto que se mantengan

Crear rituales de trabajo remoto que se mantengan

Stefanie Palomino Colaborador

Estefanía Palomino es director de producto y director general de SALA3Duna plataforma de reunión virtual inmersiva y gamificada.

El trabajo remoto brinda a las personas cierta libertad en la forma en que realizan su trabajo, por lo que no es sorprendente que un estilo de trabajo asincrónico sea uno de los efectos secundarios de no trabajar desde una ubicación centralizada.

Pero no siempre es bueno para los empleados. En este arreglo, las personas a menudo terminan trabajando más y la cultura de reuniones se hace cargo porque las personas ya no pueden ver a sus colegas en una oficina, que es un hábitat natural para la colaboración y la comunicación.

Y cuando estás hablando con personas en línea, entenderse suele ser más difícil porque estás menos sintonizado con lo que está sucediendo en sus vidas en ese momento. Saltar a una llamada con alguien tampoco es algo natural para todos.

En última instancia, para reducir la cantidad de reuniones para que las personas puedan concentrarse en otras tareas, los empleados deben encontrar nuevas formas de fomentar una cultura de comunicación abierta y colaboración, y las personas y los equipos deben introducir límites y rituales en su jornada laboral.

Las rutinas que crea la gente se negocian con el tiempo, pero es algo que damos por sentado. Cualquier organización que desee escalar puede crear rituales que involucren a las personas en su trabajo y las inspiren a ser lo mejor de sí mismas.

Estructurar las rutinas de trabajo en torno a las personas.

En última instancia, el trabajo asincrónico solo te sirve cuando compartimentas las fases de trabajo con tu equipo.

Con el trabajo remoto vienen horas de llamadas de videoconferencia y empleados que se presentan y no contribuyen con una sola palabra. La gente a menudo se abstiene de activar el sonido de sus micrófonos y muchos no encienden sus cámaras, dejando al orador con solo una pantalla oscura para hablar.

Para empeorar las cosas, en una llamada con muchos asistentes, la información importante puede quedar sin discutir. Incluso establecer una llamada de aclaración rápida de cinco minutos puede ser difícil de negociar a veces.

Para activar la escucha activa y hacer que la gente participe en una reunión, pruebe una estructura de diálogo socrático. En este enfoque, un moderador les pedirá a los participantes que resuman lo que dijo el orador anterior y los alentará a desarrollar la conversación completa.

Conversaciones como esta implican ejemplos, definiciones, subpreguntas y suposiciones, y ayudan a las personas a buscar argumentos que prueben un punto en lugar de validar sus opiniones. Es una forma comprobada de iniciar un diálogo constructivo y obtener múltiples perspectivas sobre un tema para que pueda llegar a un punto de vista compartido. También muestra a los empleados que cada perspectiva es valiosa, lo que fomenta un ambiente de confianza.

Si hay un elefante en la habitación, llévelo a la atención de las personas y tranquilícelos antes de que se convierta en un problema mayor. Es clave permanecer abierto y proceder con sensibilidad y aceptar que los demás pueden no estar de acuerdo con sus opiniones. Los líderes deben ser los modelos a seguir aquí y deben hacer preguntas y alentar a los miembros del equipo a hablar y tomar la iniciativa.


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