Crece la leyenda

Crece la leyenda

Una leyenda, un mito, un jugador irrepetible, el hombre récord con cara de niño… Jesús Navas, que en noviembre cumplirá 37 años, sigue haciendo historia en el Sevilla y en el mundo del fútbol. Pese a su edad, sigue siendo un fijo en el once de Julen Lopetegui, además a un nivel top y demostrando que tiene cuerda para rato.

Este 2 de agosto se cumplen cinco años de su regreso a su club de siempre tras un paréntesis de cuatro temporadas en el Manchester City de Pep Guardiola. Poco después de aquello, el 9 de diciembre de 2017, se convertía en el jugador con más partidos oficiales con la camiseta del Sevilla, con 415, superando curiosamente la marca de su descubridor, Pablo Blanco, quien quedó maravillado una mañana en Los Palacios cuando fue a fichar a un portero (Wilfred) y dio con un chiquillo menudo y liviano al que no se le veían las rodillas tapadas por las calzonas y que regateaba los charcos casi sin tocar el suelo. “Llegará a los 600 partidos”, dijo el jefe de la elogiada cantera sevillista.

A los 600 llegó en abril de 2022 en un partido ante el Cádiz en el Ramón Sánchez Pizjuán. Y suma y sigue. En total, contando los de Inglaterra, tiene a sus espadas 774 partidos, 43 goles, 152 asistencias. La selección va aparte, otras 46 citas en dos etapas distintas, la segunda, con Luis Enrique, ya a su vuelta a LaLiga, con más de 33 años en la fase de clasificación para la Eurocopa.

Pero para entender a este mito hay que conocerlo. Nacido en una familia muy religiosa, su modo de vida va con ese afán de superación. A un físico prodigioso une una forma de vida que puede permitirle jugar hasta más de los cuarenta años. Muy familiar y casero, sólo piensa en el fútbol, entrenar y volver a Los Palacios.

En el Sevilla es un referente. Tiene el récord de partidos jugados, con más de 200 sobre el segundo, de victorias, el que más encuentros internacionales ha disputado (casi el doble que el segundo, Francisco López Alfaro), el que más partidos en competición europea…

El club que lo vio crecer le regaló el orgullo de entrenar a diario en un estadio que lleva su nombre, pues el campo principal de la ciudad deportiva, donde entrena el primer equipo y juegan sus partidos el filial y el equipo femenino y con capacidad para 8.000 espectadores, se llama Jesús Navas. Uno de los rincones clave de las instalaciones situadas en la carretera de Utrera junto a la estatua de Antonio Puerta. Además, gran parte de las oficinas del club se encuentran el estadio, la dirección deportiva que dirige Monchi, incluida.

Jesús Navas sigue siendo el chaval tímido y reservado fuera del campo del de su debut, pero que se transforma y saca su rabia en el campo. Como capitán, discute con árbitros y asistentes, defiende a los compañeros y, sobre todo, da un rendimiento siempre de notable alto y sobresaliente. Sigue siendo un fijo para Lopetegui en el lateral derecho, posición en la que empezó a familiarizarse en la Premier League con Guardiola y en la que no tiene discusión en el Sevilla actual. El último en intentar en vano desbancarlo de la titularidad es el internacional argentino Gonzalo Montiel, quien acabó asumiendo el rol de suplente tras llegar tras desembolsar 8,5 millones al River Plate.

Queda Jesús Navas para rato porque el Sevilla lo renovó hace precisamente un año hasta 2024, por lo que permanecerá en el club hasta cerca de los 40. Siempre ha dicho que su secreto es “la ilusión” con que entrena a diario y hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol, algo que no ha parado de hacer desde aquellos tiempos en los que Pablo Blanco lo descubrió regateando charcos en un campo de albero. Hoy pisa césped del bueno, pero sigue siendo imparable para los rivales.




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