Mientras se jugaba el primer tiempo de River-Vélez, con toda la atención fijada en el Monumental, de repente, Boca hizo explotar una noticia-bomba. Juan Román Riquelme, el vicepresidente, despidió a Sebastián Battaglia, el técnico. Fue la noche después de la eliminación en la Copa Libertadores y de las declaraciones del entrenador quejándose porque los dirigentes no le habían reforzado el equipo.
También Battaglia con esas palabras había dado a entender que su plantel contaba con poca jerarquía, generando malestar además en los jugadores. Intentó durante la tarde del miércoles, antes de la práctica, aclarar sus dichos al llegar al complejo de Ezeiza, aprovechando la presencia de un par de móviles televisivos.
Sin embargo, lo que se intuía finalmente sucedió. Había aroma a ciclo cumplido. Después del entrenamiento, la dirigencia de Boca decidió echar a Battaglia. Lo hizo a través de un comunicado escueto.
“El Club Atlético Boca Juniors comunica que Sebastián Battaglia deja de ser el entrenador del primer equipo de fútbol y le agradece su contribución a lo largo de este ciclo”, informó Boca en un breve texto. Y lo redondeó así: “Battaglia, tras su paso por la Reserva, asumió como técnico de la Primera y sumó dos títulos, como la Copa Argentina y la Copa de la Liga, por lo que todo el club le guardará un eterno agradecimiento por su trabajo. Sebastián, Boca siempre será tu casa. Muchos éxitos en tu carrera”.
Boca resultó eliminado por penales el martes a la noche por Corinthians, en la Bombonera. El villano fue Darío Benedetto, quien falló un penal durante el partido y el quinto en la serie decisiva. Los xeneizes merecieron ganar. Eso sí, a Battaglia también se le cuestionó que sólo realizó un cambio, aunque al equipo en el segundo tiempo le faltó ingenio en la creación y más presencia en el área rival. Después, sus palabras más algunos cortocircuitos anteriores con el Consejo de Fútbol terminaron provocando el desenlace.
Ricardo Gareca, uno de los candidatos al banquillo
Riquelme había llegado a la vicepresidencia de Boca prometiendo instalar de nuevo a Boca con mucha fuerza en el terreno internacional. Sin embargo, en dos Copas Libertadores consecutivas sufrió eliminaciones en octavos de final.
Ahora habrá que ver qué camino Román elige. Empezó a sonar como candidato Ricardo Gareca, quien esta vez no logró clasificar a Perú al Mundial. De todos modos, a esperar. Por lo pronto, el sábado, Hugo Ibarra será el técnico interino en el clásico como visitante contra San Lorenzo. Sebastián Battaglia ya es historia.
“La Libertadores se ha convertido en obsesión”
Horas después, tras visitar el predio de Ezeiza para despedirse de los jugadores, Battaglia aseguró en una breve comparecencia ante los medios de comunicación que los proyectos en Boca “son difíciles de mantener y de sostener en el tiempo” por la “obsesión” del club con la Libertadores.
“La Copa Libertadores era un objetivo, pero desde 2007 no se gana. Han pasado muchos entrenadores y nadie tiene la fórmula del éxito, se ha convertido en una obsesión y sin duda termina siempre pagando el entrenador. Son las reglas del juego”, aseguró Battaglia.
Nocree que sus declaraciones sean la causa del despido
Battaglia considera que sus declaraciones tras el partido no son, en su opinión, la causa de su despido. “Creo que la conferencia se fue mucho más allá de lo que realmente es, porque ninguno de los jugadores me manifestó absolutamente nada, creo que los puedo mirar a la cara a todos y eso es lo que me llevo. La verdad que no sé si fue por eso, por lo menos, de mi parte, no lo veo así”, argumentó.
El técnico confirmó que Boca le comunicó su destitución en una estación de servicio, aunque no siente rencor hacia la directiva ni tampoco hacia Riquelme. “Es el que me ha dado esta oportunidad y sí, ha habido diferentes opiniones en todo este ciclo. Creo que yo he sido siempre muy leal y agarrado a mis valores y tengo mis pensamientos”.
Respeta la decisión
Por su parte, Battaglia dejó claro que “respeto la decisión. La verdad que no pedí explicaciones, simplemente estar agradecido a los jugadores y a la gente de Boca, porque siempre alientan y dan su apoyo. Me voy conforme con lo que fue esta etapa, dejándole dos títulos y dos estrellas a la institución y habiendo hecho cosas buenas”.
Por último, Battaglia confesó que le resulta “muy difícil” pensar en otra etapa como director técnico de Boca. “Saben que amo estos colores y ésta ha sido mi casa siempre. Hoy me toca cerrar una nueva etapa y esperamos que a Boca le vaya siempre bien. Veremos cómo se da el futuro, (ahora toca) descansar un poco”.