La reina de las Campanadas que han dado el pistolezo de salida al nuevo 2022 fue una e indiscutible: Cristina Pedroche. Como cada año desde hace ocho, la madrileña se colocó en un balcón de la Puerta del Sol para recibir el año, generando grandes expectativas acerca de su imagen. Pedroche y su compañero de retransmisión, Alberto Chicote, marcaron un hito al superar en audiencia a Televisión Española y convertir por primera vez a Antena 3 en la cadena más vista en Nochevieja gracias a 7,5 millones de espectadores.
Para Pedroche, los datos —a los que asegura no prestar excesiva atención— son lógico motivo de alegría y agradecimiento, pero aun así la presentadora afirma sentirse “muy mal” por algunos de los comentarios vertidos sobre ella, según ha explicado en un largo escrito en su perfil de Instagram. En él destaca cómo se la ha criticado a ella y a su siempre polémico vestido, que este año era un diseño de hace 30 años de Manuel Piña acompañado por una capa de Buj Estudio y con zapatos y casco diseñados por Manuel Albarrán. Precisamente ese casco, y en concreto el pelo bajo él, que simulaba estar rapado, ha sido uno de los motivos de las incesantes críticas contra ella, que, aunque está acostumbrada a capear, también le duelen y la cansan.
“Aunque no lo parezca, están siendo días difíciles”, asegura la presentadora ante sus casi tres millones de seguidores. “Aunque intento mantenerme un poco al margen y no leer nada, siempre hay comentarios o gestos que me llegan y que me hacen sentir mal. Mal no, muy mal”, afirma, explicando cómo quería que “este año fuera el más especial” y cuánto lo disfrutó. “Creo que se me notaba que estaba feliz, espléndida, de verdad parecía que había vuelto a nacer. Me sentí más guapa que nunca, con una energía arrolladora, segura de mí misma, orgullosa de lo que estaba pasando y muy feliz por poder lucir un diseño de 1991 de Manuel Piña”, asegura, contando que era “consciente del privilegio” de convertirse en su “musa póstuma” y agradecida a su estilista, Josie, la cabeza detrás de todo el conjunto.
Pedroche también responde a ciertas preguntas —y, por lo que se ve, a algunas críticas— sobre el estilismo capilar que lució el 31 de diciembre. Bajo el casco producido por Albarrán, la presentadora mostró su cabeza aparentemente rapada, pero en el escrito de Instagram aclara que Josie solo le pidió raparse “la parte de abajo, que es la única que se veía por el casco”, pero cuando se vio con la calota, como se denomina a las falsas calvas que se usan para caracterización, le gustó aún más. “Si hubiera hecho falta raparme lo hubiera hecho sin dudarlo. El pelo no hace que una mujer sea más o menos guapa, y por supuesto, ni mejor o peor persona. Por eso la semana de antes llevé pelucas, para normalizar su uso como una opción para quien pueda querer”.
Aunque los resultados de audiencia han sido únicos, como ella misma reconoce, va un paso más allá. “Cada 31 yo me quedo totalmente desnuda en cuanto a sentimientos y lo doy todo”, afirma tajante, explicando que nunca tiene en cuenta las cifras porque para ella “es una recompensa personal”. Pedroche afirma que la audiencia no le vale, que quiere sentirse querida, y les pide a sus seguidores unos días de tranquilidad: “Quizás es por el cúmulo de cansancio, también de insultos y malas palabras, o de otras cosas, porque la gente me felicita cuando sé que muchos no se alegran de verdad”.
La vallecana no solo expone las críticas, sino que también agradece a todos los que la apoyan y se preocupan por ella ese cariño: “Por vosotros vale la pena todo, gracias por estar ahí. A los que no, también os deseo lo mejor porque todo el mundo, sea como sea, se merece amor. De hecho estoy convencida de que si esas personas tuviera más amor serían más respetuosas”.
Pedroche deja la puerta abierta acerca de si en las próximas Campanadas será ella quien vuelva a dar la bienvenida al año, afirmando que no sabe si este ha sido el último año y que esa decisión no depende de ella. Pero también deja muy claro que, pese a este bache momentáneo, las críticas no la han hundido ni la han hecho dar un paso atrás: “Si por mí fuera despediría la última noche del año con todos vosotros durante toda mi vida”.
Multitud de rostros conocidos han querido mandarle su apoyo y cariño a la presentadora a través de los comentarios de la publicación, como Sara Carbonero, Miki Nadal, Maribel Verdú, Lola Índigo o el propio Josie, que le ha recomendado: “¡Descansa mucho!”. El cantante Alejandro Sanz asegura: “No sé de qué hablas. Yo solo vi una mujer ilusionada y comprometida haciendo su trabajo lo mejor posible”; mientras que el actor Miguel Ángel Silvestre explica cómo estuvo atento a ella el día 31: “Cristina, yo te vi con mi madre y de repente le dije: Mamá, mira que guapa, mira que bonita está […] es preciosa por dentro, que luz tan bonita tiene, que energía, que verdadera es… ¡Qué todo!”.
Por su parte, la actriz, cantante y compositora Beatriz Luengo le lanza un comentario que ha generado cientos de likes. “Quizás lo que pasa es que las personas no estamos acostumbradas a la profundidad últimamente. Creo que lo que hiciste estaba lleno de profundidad y mensaje, ya el hecho de que lleves un diseñador español me parece increíble, que le hayas hecho un homenaje póstumo haciendo que mucha gente vaya a buscar su nombre e indagar más sobre él me encanta, que le des visibilidad a un museo manchego y a una localidad como la de Manzanares me parece muy genial”, asegura quien fue protagonista de Un paso adelante y ganadora del Grammy. “Que des un mensaje como el que diste tan importante con una estética de impacto le daba doble sentido a tus palabras, que desaparezcas tu pelo dando lugar a lo que no estamos acostumbrados y visibilizar otro tipo de feminidad muy top. Todo es un ejercicio de profundidad y en mi opinión de generosidad por tu parte, porque sabes de medios más que nadie y eres una tía superinteligente, hubieses sabido cómo salir y no jugártela demasiado con tu pelo al viento, make up impecable y vestido espectacular pero más cercano al concepto de estética que estamos acostumbrados. Pero eso hubiese sido un ejercicio de guapa por guapa, que lo eres sin necesidad de nada, de selfi por selfi y de pose por pose. Aplaudo también a quien decide ese camino que define su personalidad. […] Decidiste arriesgar con un concepto y profundidad”.