La bichectomía se ha convertido en una de las operaciones de cirugía estética más demandadas en la actualidad, sobre todo por mujeres jóvenes que buscan resaltar los pómulos y reducir las mejillas oara refirnar las facciones del rostro. Muchas celebrities se han sometido a ella, como Angelina Jolie o Kim Kardashian. Sin embargo, del mismo modo que cualquier otra intervención, la bichectomía conlleva una serie de riesgos que es de especial interés conocer.
¿Qué es la bichectomía?
Lo primero y más importante es conocer exactamente en qué consiste la bichectomía.
Justo debajo de los pómulos se encuentran las bolas de Bichat, pequeñas bolsas compuestas de tejido adiposo que actúan a modo de almohadillas durante la masticación.
Con la bichectomía lo que se hace es extirpar las bolas de Bichat mediante una incisión en la pared interna de la mejilla, desde donde se extirpa el tejido adiposo. Luego, se colocan puntos de sutura, que se retiran pasados siete días desde la intervención.
¿Cuáles son los riesgos de la bichectomía?
Los riesgos de la bichectomía son bajos, pero esto no quiere decir que no existan. Como resulta lógico, sólo un especialista en cirugía facial puede llevar a cabo esta intervención, que dura entre 30 y 45 minutos.
Los principales riesgos son los siguientes: hematoma postoperatorio, sensación de acorchamiento en la parte inferior del rostro, parálisis del nervio facial y asimetría facial.
Uno de los inconvenientes más comunes es que el resultado no sea exactamente el deseado. Hay que tener en cuenta que el resultado depende básicamente del tamaño de las bolas de Bichat. En las caras más redondas son más grandes y, por lo tanto, el resultado es más notorio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a medida que se cumplen años, el tamaño de las bolas va disminuyendo. En cualquier caso, hay que esperar y cuatro meses para conocer el resultado definitivo.
Una duda muy frecuente es que los tejidos de la cara terminen «colgándose» a largo plazo. Pues bien, es imporyante saber que las bolas de Bichat tienen seis ramificaciones, y no se retiran en su totalidad en la mayoría de los casos. Además, el tejido subcutáneo es grueso, así que el riesgo de que los tejidos se vean «colgados» es muy bajo.
El resultado que se consigue con la Bichectomía es un rostro más armónico, con los pómulos resaltados y el mentón más definido.
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