La Comunidad de Madrid da un paso atrás. Con una incidencia del virus que se ha multiplicado por cinco en una semana (de 269 casos diagnosticados en los siete días previos ha pasado a 1.278), la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha comparecido este martes para anunciar un plan que trata de disminuir el impacto en la región. Incluye, entre otras, una medida que ya habían adoptado todas las comunidades, excepto Canarias, como es el uso de la mascarilla obligatorio en todo espacio público.Con 11 brotes y 128 pacientes ingresados, de los que 27 lo están en UCI, Ayuso va a contratar a más rastreadores, a acotar el ocio nocturno, a restringir las reuniones a no más de 10 personas y a estudiar una medida que se basa en una idea desechada por la mayor parte de los expertos en salud pública: una especie de pasaporte serológico para aquellas personas que hayan pasado la enfermedad. Fue un concepto que se manejó al inicio de la pandemia, pero después de meses sin conocer cómo funciona la respuesta inmunológica al virus, cuánto dura o si hay posibilidad de reacción, no se implantó en ningún país de nuestro entorno.
Evolución de la epidemia en Madrid
Casos diagnosticados en los siete días previos
en la comunidad
Fuente: Ministerio de Sanidad.
EL PAÍS
Evolución de la epidemia en Madrid
Casos diagnosticados en los siete días previos
en la comunidad
Fuente: Ministerio de Sanidad.
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Evolución de la epidemia en Madrid
Casos diagnosticados en los siete días previos en la comunidad
Fuente: Ministerio de Sanidad.
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Madrid pasó directamente a la denominada nueva normalidad sin pasar por la fase tres, al terminar antes el estado de alarma. Desde entonces, la comunidad vino reportando un goteo de casos constantes sin apenas brotes (tres o más casos con vínculos entre sí), lo que indicaba una transmisión comunitaria baja pero sostenida. El virus seguía circulando en la región cuyas UCI habían colapsado, donde más de 8.400 personas había perdido la vida (de las 28.434 reconocidas en todo el país). Los epidemiólogos miraban esta realidad con cautela y la respiración contenida por si este flujo continuo de infecciones se disparaba. La subida en la última semana deja a la comunidad todavía lejos de los dos grandes focos (Cataluña y Aragón), pero obligan a tomar medidas para no llegar a esas cotas. “Tenía que mover ficha porque la situación estaba empeorando, lo que es dudoso es que esas sean las medidas más acertadas”, reflexiona Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología.Mascarillas. Serán obligatorias a partir de los seis años de edad para realizar cualquier actividad, excepto para practicar deportes, cualesquiera que sean. Esta medida ya estaba asumida por casi la totalidad de los madrileños, pero el Gobierno de la región ha preferido quedarse al margen durante dos semanas para mantener una férrea línea de enfrentamiento con el Ejecutivo nacional por sus medidas de control en el aeropuerto de Barajas: rellenar un formulario, control de temperatura y una inspección ocular. “Exigimos al Gobierno de España que se hagan más planes”, dijo Ayuso. Los datos que ha aportado la presidenta indican que por Barajas han entrado 89 viajeros con coronavirus en la región. La realidad es que esto supone solo el 0,7% de los contagios, según el consejero de Sanidad de la Comunidad.Ocio nocturno. A las mascarillas se suma la restricción del horario del ocio nocturno. Todos los locales de ocio cerrarán a partir de la 1.30 —pero a partir de la 1.00 no podrán recibir a más clientes—. Para cumplir la normativa, la Comunidad pide la máxima colaboración a los 179 ayuntamientos de la región. La asociación de empresarios de ocio nocturno de la Comunidad de Madrid Noche Madrid ha considerado la medida un “mazazo” para el sector. Además, desde este jueves todos los restaurantes deberán anotar el DNI y el número de teléfono de todos los clientes que entren por la puerta. Una medida que facilitaría la labor de los rastreadores. Gullón cree que actuar en un foco como el ocio nocturno era necesario, pero no entiende que la restricción sea meramente horaria.La cartilla covid-19. Ayuso ha anunciado también la puesta en marcha de un proyecto experimental que pretende estar listo en septiembre. Se trata de una cartilla covid-19, que simula a la cartilla de vacunación internacional y que estará incorporada en la tarjeta sanitaria virtual de todos los madrileños. Una especie de pasaporte sanitario para todos aquellos ciudadanos que hayan pasado la enfermedad. Esto abre, de nuevo, un debate en la comunidad científica. Los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han rechazado la propuesta por razones éticas y técnicas. Esto supondría, además, una forma de discriminación. “Con esta tarjeta será mucho más fácil acceder a gimnasios, museos y espacios cerrados”, ha observado Ayuso. “Es un proyecto experimental, de manera que quienes hayan pasado la enfermedad y se realicen una PCR tengan la posibilidad de tener esta cartilla”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya rechazó la posibilidad de establecer un pasaporte inmunitario el 25 abril por falta de evidencia científica. “Actualmente no hay evidencia de que las personas que se hayan recuperado de la covid-19 y tengan anticuerpos estén protegidas de una segunda infección”, dijo la organización en un comunicado.“Todos aquellos que no contagien podrán seguir haciendo una vida normal”, ha dicho la presidenta madrileña, que ha pedido que se exporte esta idea a todo el territorio nacional. Ayuso cree que esta medida no es discriminatoria. “Tiene bastante lógica que pongamos en un registro a quién tiene anticuerpos. La Liga [de fútbol], por ejemplo, pasa PCR periódicas”. Pero LaLiga paga sus propios tests y, como ocurrió la pasada semana con los jugadores del equipo del Fuenlabrada de Segunda División, se pueden dar casos de falsos negativos. Es decir, ciudadanos que una vez hayan pasado un test PCR y den negativo, sin embargo, a los dos días se repitan las pruebas y den positivo. La fiabilidad nunca es al 100%. O dicho de otra manera: se puede dar el caso de ciudadanos que tengan la tarjeta covid-19 de Ayuso y acudan a gimnasios de Madrid creyendo que están inmunizados cuando realmente no es así. Y, por tanto, contagien al resto.Más rastreadores. El consejero de Sanidad, Enrique Escudero, también ha anunciado la contratación de 180 nuevos rastreadores. “Tenemos que estar permanentemente vigilantes”, ha dicho. La Comunidad tendrá 360 rastreadores a finales de semana para los casi siete millones de ciudadanos que viven en la región: uno por cada 20.000 ciudadanos. En Alemania, por ejemplo, existe uno por cada 4.000 habitantes. La mayoría de asociaciones de salud pública y atención primaria de Madrid firmaron un duro comunicado al respecto hace dos días con estas líneas: “Esperar que haya un repunte importante de casos para contratar más personal no es una opción válida, porque supone actuar cuando la transmisión comunitaria ―contagios masivos del virus―ya es importante, lo que impide contener los rebrotes sin recurrir a otras medidas más duras”. El documento recomendaba contratar a entre 800 y 1.200 rastreadores, muy lejos de los 360 que tendrá la región.Limitación de reuniones a 10 personas. Si hasta ahora se permitían cenas de grupos de hasta 25 personas, ahora serán de 10 tanto en espacios públicos como en privados. “Hemos detectado que las reuniones privadas son uno de los focos de posible contagios”, ha dicho el consejero, que ha llegado a recomendar que no se compartan vasos de agua en el entorno familiar ni cachimbas en pubs nocturnos. Las bodas se pueden seguir celebrando, pero con mesas de invitados que no superen las 10 personas, con las distancias de seguridad más de un metro medio, con mascarillas y con los nuevos horarios nocturnos.Situación de la pandemia en la región. La Comunidad cuenta ahora mismo con 11 brotes, 70 casos confirmados y 319 contactos. Este lunes dieron positivo 138 ciudadanos, 11 dentro de la Atención Primaria y 127 en hospitales. Todos se han contagiado en el ámbito laboral y social. Hay 128 pacientes hospitalizados y 27 en UCI. En el pico de la pandemia se llegó a los 15.000 ingresados y a los 1.500 en cuidados intensivos. En la Comunidad se han confirmado 78.000 casos positivos desde el inicio de la pandemia. “Todos nos jugamos mucho. Necesitamos el máximo compromiso. Es fundamental que se respeten todas las medidas de seguridad”, ha indicado el consejero.Este fin de semana se han superado en Madrid los 500 contagios, la mayoría jóvenes y menores de 40 años. En las últimas tres semanas la media de edad de los infectados ha descendido en la región en casi 20 años, situándose en 35. “La inmensa mayoría de los casos son leves: fatiga, cansancio, pérdida de gusto y olfato”, ha indicado el consejero. Esta franja de edad, al contrario de los mayores, se mueve constantemente y mantiene mucho contacto social. Si antes los contagiados se reunían con tres o cuatro amigos, ahora la media de los nuevos contagiados llega a los 20, lo que dificulta aún más el trabajo de los rastreadores.La Comunidad de Madrid ha vuelto a cambiar de criterio respecto al estado de la pandemia. La semana pasada sucedió el jueves y el viernes. El jueves, el consejero aseguró en rueda de prensa que no era necesario reforzar el área de salud pública. Y 24 horas después envió un correo electrónico a los sanitarios para pedir colaboración urgente “ante la evolución de la situación epidemiológica”.Obtener datos sobre la situación de Madrid es complicado. Esta comunidad no publica, por ejemplo, la tasa de positividad, es decir, cuántas pruebas PCR de las que se hacen dan positivo. Tampoco desglosa de dónde salen los más de 100 casos diarios que diagnostica y que comunica a Sanidad. Si tiene tan pocos brotes abiertos, ¿cómo se contagian esas personas?Con información de Pablo Linde.
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