Un vuelo de Alaska Airlines con destino a San Diego se vio obligado a regresar al aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma después de que parte del panel metálico que cubre el motor se desprendiera, según informó la compañía aérea.
Poco después del despegue del lunes, los miembros de la tripulación a bordo del vuelo 558 de Alaska Airlines informaron de una vibración extraña en el lado izquierdo del avión durante la salida. Parte del capó, el revestimiento metálico que cubre el motor, se desprendió del avión al tocar tierra durante el aterrizaje, según un comunicado de Alaska Airlines.
El Boeing 737-900ER ya no está en servicio mientras el equipo de seguridad de la aerolínea investiga la causa.
Los dos pilotos del vuelo tienen más de 32 años de experiencia de vuelo combinada, dijo la aerolínea. En el vuelo había 176 pasajeros y seis miembros de la tripulación, según el comunicado. No hubo heridos.
Los pasajeros fueron reubicados en otro vuelo con destino a San Diego, según la compañía.
Los pilotos y asistentes de vuelo manejaron el incidente con ” enorme profesionalidad y cuidado”, dijo la aerolínea en el comunicado. “También apreciamos mucho la paciencia de nuestros huéspedes durante este evento”.
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